Una escuela que lleva nueve años en construcción y que fue dejada abandonada en el sector Cancino Adentro, en Santo Domingo Este, está arropada de malezas y sus aulas ocupadas por familias de nacionalidad haitiana, lo que preocupa a la comunidad.
Mientras la estructura se pierde, a pesar de la inversión millonaria, cientos de estudiantes no cuentan con cupos para recibir la enseñanza, por lo que podrían quedar fuera del sistema educativo a partir del 19 de este mes, cuando está programado el inicio del año escolar.
Heison Reynoso, presidente del Patronato del Pley, y miembro de la junta de vecinos del sector, denuncia que el problema es grave, ya que unas 10 familias haitianas que habitan en las aulas dicen que pagan RD$1,500 de alquiler, pero no revelan quien o quienes lo cobran.
Jean Carlos Reynoso, también de la junta de vecinos, expresó que la comunidad se reunió la semana pasada para analizar la situación escolar del lugar donde se determinó que cientos se quedarían fuera por falta de aulas.
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“Esta escuela lleva nueve años abandonada, ha sido convertida en un condominio donde habitan alquiladas familias de nacionalidad haitiana”, señala.
El plantel está ubicado en la calle Antonio Guzmán, que también se encuentra en total abandono e intransitable, a pesar de que es una vía que comunica con la carretera Mella y que podría servir como desahogo para quienes ase dirijan hacia Hainamosa, Invivienda, El Tamarindo, San Isidro y otros, sin necesidad de tomar la Charles de Gaulle.
Para el próximo lunes, en las primeras horas de la mañana, el sector de Cancino tienen programada una protesta pacífica en la entrada del lugar para llamar la atención del Gobierno sobre la urgencia de que terminen la escuela, así como otras obras prioritarias como agua potable, el arreglo y reconstrucción de calles, aceras, contenes, instalaciones deportivas y otras.
De su lado, Henry Alberto Lebrón, afirma que no se justifica el abandono de un plantel en construcción, sobre todo, en una comunidad de tantas carencias.
Como consecuencia del tiempo y el abandono, los comunitarios muestran el estado de las varillas en proceso de deterioro, mientras los ocupantes hacen sus necesidades fisiológicas en los matorrales y cocinan en fogones de piedras dentro de las aulas.
Hasta un furgón en la parte trasera, que servía para oficinas para los constructores del plantel ha sido ocupado por los extranjeros.
Isidro “Moncho” Frías llamó a las autoridades del Gobierno a que retomen los trabajos de construcción del centro educativo y así evitar que retomen las protestas en reclamo de su construcción.
Para el próximo lunes los comunitarios de Cancino tienen todo listo para protestar.