Pleno respaldo a las medidas de prevención y auxilio

Pleno respaldo a las medidas de prevención y auxilio

El lapso de días no laborables de la Semana Santa que se presta para vacacionar con desplazamientos por la geografía nacional mueve anualmente a organismos de socorro a montar guardia contra los excesos que pueden dar pie a lesiones y tragedias. No todo el que viaja lleva consigo el firme sentido de los límites al conducir o al congregarse para esparcimientos. Los riesgos de las desinhibiciones deben hallar, en el comportamiento moderado del mayor número posible de ciudadanos, un muro de contención. Hacia esa meta de civismo se han orientado desde temprano los llamados de autoridades y liderazgos comunitarios y religiosos y de la adhesión a sus recomendaciones depende mucho el que el largo asueto arroje un balance feliz para la mayoría de quienes optan por apartarse de obligaciones ordinarias haciendo un turismo respetuoso de los demás, de las buenas costumbres y de los bienes que la naturaleza pone a disposición de los humanos. Haciendo las cosas como «Dios manda» que es también una forma de acogerse a las esencias de la Semana Mayor. Admirablemente existe una mística de solidaridad con los demás que mueve a numerosos dominicanos a prestar generosamente sus buenos oficios a quienes se lanzan a peregrinar en estas significativas fechas.

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Velan por ellos desde brigadas y merecen ser correspondidos con entusiasta seguimiento a sus normativas y esfuerzos por evitar desgracias y percances, muchos asociados al tránsito en un país de altos índices de sucesos viales.