Pocos funcionarios públicos han sido tan honestos como Julio Sauri

Pocos funcionarios públicos han sido tan honestos como Julio Sauri

Julio Sauri y el presidente Joaquín Balaguer. Reproducción/ Napoleón Marte

A pesar de los cuestionamientos  a las administraciones de Julio Sauri, el problema energético sigue sin solución a 21 años de su muerte.Falleció el 16 de noviembre de 1998, “sin casa propia, ni carro, ni cuenta bancaria.

Fue el funcionario dominicano más atacado. Quizá los insultos y maldiciones que proferían los ciudadanos contra su persona, aun sin conocerlo, fueron la causa de su diabetes, sus problemas renales y tres infartos que lo llevaron a la tumba. No lo comprendían porque desconocían las interioridades de su difícil posición. Pero la administración pública nacional ha tenido muy pocos servidores de su seriedad, honestidad, capacidad de trabajo y competencia profesional.
Se llamaba Julio Sauri González y tuvo la responsabilidad de administrar la Corporación Dominicana de Electricidad cuando la República crecía, por lo que todos sus esfuerzos para producir más energía eléctrica resultaban insuficientes, provocando apagones prolongados que mantenían al pueblo en permanente zozobra.
Se crearon expresiones con su apellido que lo hicieron negativamente inmortal. De forma más correcta, era cuestionada su labor a través de los periódicos más prestigiosos, tanto en editoriales como en artículos de opinión y en noticias reportando daños que ocasionaban las interrupciones de energía en hogares, industrias, empresas, negocios grandes y pequeños.
El presidente Joaquín Balaguer lo designó y destituyó en dos ocasiones. En la última cancelación, el 16 de junio de 1987, el mandatario declaró en estado de emergencia a la Corporación. Sin embargo, cuando lo nombró, declaró a la nación que Sauri como administrador general de la CDE y Próspero Cortorreal como sub-administrador, ambos ingenieros, terminarían con los apagones que, según el gobernante, los causaba “una especie de mafia” en la institución. La primera salida de Sauri se produjo el 24 de enero de 1977 en que fue sustituido por el doctor Pedro Manuel Casals Victoria. Fue nombrado secretario de Estado sin cartera y asesor del Poder ejecutivo en asuntos energéticos. En 1987 ocupó su posición el ingeniero César Newman Torres.
A pesar de los cuestionamientos a las administraciones de Julio Sauri, el problema energético sigue sin solución a 21 años de su muerte.
Vida profesional. Para conocer el ejercicio público de Sauri fue preciso investigar su paso por el sector gubernamental en documentos inéditos. Solo salía en la prensa explicando razones de los apagones, sobre todo cuando se incrementaron a partir de 1970.
Tras destituirlo en 1987 Sauri reveló que tenía 40 años de servidor público. La referencia más antigua encontrada en informes oficiales es de 1955. En 1961 aparece como Superintendente de Línea de la CDE solicitando un revólver, petición que fue desestimada. Dos años más tarde participó en los estudios de flujo de carga y análisis para el plan de trabajo que preparaba la firma Sanderson & Porter, de Estados Unidos.
En 1964 fue recomendado a Export-Import Bank de ese país para gestionar una línea de crédito a fin de mejorar el desenvolvimiento de la CDE y tratar la crisis eléctrica. Era Superintendente de Operaciones.
El 18 de diciembre de 1964, ya como administrador, se le concedieron divisas para gastos de viaje en misión oficial a Washington y dos meses antes había estado en New York para suscribir un contrato de préstamo con la Eximbank y tratar la suscripción de otro con la General Electric para la instalación de una unidad Termo-eléctrica en Puerto Plata.
A partir de 1967 estuvo en negociaciones con el Banco Interamericano de Desarrollo y otros organismos internacionales localizando fondos para la instalación de la termoeléctrica 1, de Haina, la Represa de Tavera, la Unidad número 2 Turbogeneradora de Haina…
Viajó a España a estudiar ofertas de las empresas “Maquinista Terrestre y Marítima” y “Empresa de Estudios y Proyectos Técnicos (EDES)” con el fin de mejorar el servicio. En septiembre de 1976 estuvo en Europa en la demostración de una planta generadora de energía eléctrica en base a la cremación de basura y bagazo de caña.
Ya en junio de 1975 había negociado en Washington financiamiento para la instalación de una planta y la construcción de una línea de transmisión en San Pedro de Macorís, Santo Domingo y Santiago.
Supervisó las obras del “Proyecto Múltiple Valdesia”, y le encargaron la Dirección General de Minería en junio de 1977.
Fue secretario del Consejo Directivo de la CDE, y en Italia, España y Alemania buscó soluciones a la crisis. En 1973, como reconocimiento, fue condecorado con la Orden al Mérito de Duarte, Sánchez y Mella, en el Grado de Comendador.
Era tan recto en el manejo de los fondos públicos, que el ocho de febrero de 1968, entregó una declaración jurada de su patrimonio, ante notario público, porque se comentaba que recibía porcentajes de los contratos de compra de unidades generadoras que se instalaban.
Cuando falleció, vecinos declararon que no aceptó millones de pesos del 10 por ciento que le correspondía por las compras. “Esto no es mío, es de la Corporación”.
Sufría por los apagones. Sauri no era indiferente al padecer del pueblo por los apagones y esto lo reflejó en una aclaración pública del seis de agosto de 1970. Dijo que desde 1963 el sistema de la CDE se había mantenido con incapacidad en producción, lo que no le permitía garantizar un servicio de manera permanente y lamentó el sufrimiento colectivo por las interrupciones.
Manifestó que la Revolución de Abril de 1965 provocó una situación adversa para el desarrollo de la CDE ya que hubo una merma casi total en sus ingresos y la entidad se vio precisada a acumular una deuda de siete millones de pesos. Ofreció posibles soluciones, definió obstáculos y concluyó que el sistema estaba pasando “de pequeño a grande”, que se requerían medidas adecuadas, “naturalmente, supeditadas a los recursos económicos” de que disponía la empresa.
En 1987 fue designado asesor energético y presidente del Consejo Administrativo de Molinos Dominicanos. Jubilado, rechazó un vehículo que le asignaron. “No sabría dónde poner la cara al tener algo que no es mío”, exclamó. Falleció el 16 de noviembre de 1998, “sin casa propia, ni carro, ni cuenta bancaria, pese a haber manejado millones de pesos en la administración de la CDE”, escribió Jesús Galán en El Nacional.
“Vivía en una modesta casa alquilada en la prolongación de la avenida Sarasota a instancias de su compañero de labores Próspero Cortorreal”, agregó. “Sauri instaló prácticamente todas las redes de distribución de las provincias”.
Dejó un libro inédito sobre la CDE.
Es probable que naciera en 1920 pues falleció a los 78 años. Se desconocen los nombres de sus padres, su vida personal. Estuvo casado con Aida Sánchez (Chicha) y procrearon un hijo: Julio. Era hermano de América, Gloria, Juan, María Esperanza y Franklin Sauri González.

 

La calle.
El 12 de julio de 2002, César Sánchez Torres solicitó al Ayuntamiento del Distrito Nacional que una calle de Santo Domingo fuera designada con el nombre de Julio Sauri González y a pesar de que se emitió la resolución número 110/2002 ordenando la denominación tras la aprobación de la Comisión de Cultura del cabildo, aún no se ha ejecutado ese mandato.

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