¿Pocos o Muchos?

¿Pocos o Muchos?

Coral Lazala
“Ser madre es un verdadero privilegio y una de las responsabilidades de la vida más hermosas, importantes y exigentes”

Cuando Lorenna Cristina nació hace dos meses la vida de Coral corrió peligro y estuvo entre la vida y la muerte. Gracias a las manos sanadoras del Señor se en­cuentra estable en su hogar disfrutando de ser madre primeriza junto a su esposo, Eduardo Brea Landestoy. Coral Lazala es decoradora y organizadora de eventos y ocupa la posición de Ministro Consejera de la Secretaría de Relacio­nes Exteriores.

¿Por qué tener un solo hijo?

Es una decisión del Señor. Uno propone y Dios dispone, pero en mis planes actuales está solo te­ner a mi primogenita, aunque solo Dios sabrá.

¿Cómo ha asumido la responsabilidad de ser madre primeriza?

Ser mamá primeriza es difícil pero no impo­sible. Es una verdadera aventura porque una cosa es soñar e imaginarnos cómo será y otra, la realidad. En mi caso, por motivos muy especia­les, fue un paso de grandes emociones, porque no contaba con todo lo que me pasó a la hora de tener mi bebé, y el solo hecho de estar separada de ella por casi un mes, fue tremendo para mi. Cuando la vi, despues de salir de mi gravedad, no me lo creía y la emoción me dejó sin aliento. Hoy día, a tan solo un mes después de tenerla todo el tiempo conmigo, es una verdadera ben­dición el hecho de ir descubriendo cada gesto, su mirada, imaginarte lo que le pasa con tan solo verla. No quisiera pecar por el hecho de que sea madre primeriza consintiéndola en sus debilidades. Tengo bien claro lo que quiero para su vida, para que sea una mujer de bien y no dependa de nadie, que sus objetivos y metas los logre por si misma. Pienso que para lograr­lo tengo que tener la sabiduría de que soy un instrumento para su formación y para que ten­ga una vida lo mas feliz posible.

¿Influyó el trauma de tu primer embarazo don­de te viste entre la vida y la muerte en tu deci­sión de tener un solo hijo?

¡Totalmente! Estoy viva por un verdadero mila­gro de Dios y todas las oraciones de mi familia, amigos y personas que ni siquiera me conocen. En mis planes siempre estuvo tener por lo me­nos dos hijos, pero la vida me cambió al tener a Lorenna. Mi vida corrió peligro y estuve entre la vida y la muerte. Solo Dios y su misericordia me salvaron de este momento tan difícil. Estoy convencida de que Jesús pasó su mano sanado­ra y me devolvió la vida. Por eso, el hecho de tener otro hijo me atemoriza bastante ya que no quisiera correr riesgos. Perdí a mi madre muy joven y sentí que se me fue parte de mi vida, por eso no quisiera tomarme el riesgo de que algo me pase y mis hijos tengan que repetir mi historia, porque sin duda alguna, los hijos necesitan mucho de una madre.

¿Qué significado tiene ser madre?

¡Lo significa todo! Es una bendición que nos re­gala nuestro Padre Celestial. Ser madre encie­rra los más bellos sentimientos del ser humano: paciencia, lucha, entrega, amor incondicional, fuerza, motivación. Me perdí los primeros días de nacida de mi hija por razones de salud y ahora no quisiera perderme ni un instante de su vida. Tan solo saber que esa pequeña cria­tura depende en este momento totalmente de mi, me hace sentir imprescindible para ella, y me da fuerzas para ser para ella su refugio y seguridad. Puedo afirmar sin duda alguna que ¡me ha encantado ser madre! Lo añoraba des­de hace tiempo, y hoy siento una felicidad in­mensa. Estoy viviendo una experiencia única e indescriptible.

Lisa Cerda

“Ser madre es dar amor, protección y guía, es el testimonio más grande que una mujer puede dar”

Su historia es muy especial, pues tiene la grata experiencia de ser madre biológica de Michel Ale­jandro y madre por adopción de Marcos José. Además de que fue una víctima de la terrible enfermedad del cán­cer, pero como Lisa afirma: “siempre he dicho que mi enfermedad me ha traído más bendicio­nes que tristezas”. Tiene ocho años casada con el señor Michel Abreu.

¿Por qué tener dos hijos?

Siempre que hablábamos del tema estábamos de acuerdo en que queríamos tener dos hijos. De hecho, cuando nos hacían las pruebas que se requieren para el proceso de adopción, aún por separado, siempre concebíamos una fami­lia de cuatro miembros.

¿Cómo te preparaste para la llegada de tus hijos?

La complejidad de los tiempos que nos ha toca­do vivir, entendemos nosotros, distancia la po­sibilidad de tener una familia muy numerosa, sobre todo si se aspira a criar a los hijos con la mejor calidad de tiempo y de vida posible.

Como te preparaste para la llegada de tu se­gundo hijo?

En mi caso, no hubo mucho tiempo para prepa­rarme, pues aun cuando el proceso de adopción de nuestro segundo hijo duró varios años, en­tre el momento en que nos anuncian su llegada y el día en que Marcos vino a vivir con nosotros solo pasó una semana.

En tan solo una semana, tuve la bendición de convertirme en madre de “mellizos” y en una semana se duplicó todo.

No obstante, por más tiempo que pase, nunca se estará totalmente preparada, siempre hay interrogantes que se van respondiendo o que surgen día a día. No hay un manual para ser madre. La mejor forma de proceder te la va dic­tando, fundamentalmente, el instinto que todas llevamos dentro.

¿Cómo es la vida de una mujer entre dos niños?

Esta respuesta ameritaría un ejemplar comple­to. Pero la podría resumir en dos palabras: In­tensa y divertida.

Tu historia es muy especial porque rebasaste la terrible enfermedad del Cáncer, ¿cómo valoras la vida después de esa experiencia?

Es una sensación difícil de explicar, pero sin dudas es como reiniciar tu vida en un papel en blanco. Te haces más sensible física y emocio­nalmente: sientes más. Contrario a lo que pueda pensarse, no es una sentencia de muerte. No debe asumirse como una bruma sobre tu vida. Es sí una experiencia de lucha, en la que Papa Dios te escoge para fortalecerte y para, al mismo tiempo, hacerte instrumento para fortalecer a otros.

Daniela María De Moya Vega

“Ser madre es un título que te otorga el compromiso de darles el ejemplo para que puedan elegir el mejor camino”.

Junto a su esposo Gabino Guz­mán Gracia ha formado una gran familia: Adriana de ocho años de edad y los trillizos Mi­randa, Ivana y José Emilio de dos años de edad. Daniela es abogada de pro­fesión, pero su principal rol es de ser madre y esposa.

¿Por qué cuatro hijos?

La verdad, no fue una elección, más bien una gran bendición. Solo Dios sabe porque me con­cedió este maravilloso regalo.

¿Cómo es un hogar con cuatro niños?

¡Muy divertido! Cada acto, ocurrencia o pala­bra es dicho y hecho en su propio estilo. Son cuatro personitas totalmente distintas. El res­petar su individualidad sin compararlos ha sido uno de mis grandes desafíos. Ahora bien, en lo que respecta al día a día, este solo lo he logrado con una rutina, paciencia y mucho amor, el cual recibo cuatro veces más como contrapartida.

¿Qué responsabilidad implicar ser madre de trillizos más una niña?

Sinceramente creo que sería la misma, que si tuviera un solo hijo. El solo hecho de saber que dependen de ti en su formación y desarrollo, implica lo mismo en uno y en cuatro. Te con­fieso que al nacer los trillizos, la mayor respon­sabilidad como madre fue integrar a mi hija mayor a la realidad de su nacimiento, evitando los celos y fomentando la armonía y amor que hoy existe entre ellos, labor que nunca termi­na, pero mi mayor compromiso ha sido criarlos felices y seguros de sí mismos, pues creo que con estas herramientas podrán alcanzar lo que quieran.

¿Alguna anécdota que contar?

¿Sabías que no solo soy madre de cuatro, sino que la vida me ha regalado el privilegio de amar a dos hijos más?. Sé que tienen una ex­traordinaria mama, pero también en mí tienen otra y ha sido maravilloso compartir esta labor. Los hijos de mi esposo, Graciela y Diego, me han enseñado que el amor de madre no se elige, se siente, y en mi caso, debo reconocer que soy, como una vez lo dijo Adriana mi hija mayor,“un poquito mamá de ellos”.

¿Qué significado tiene la palabra madre?

Para mi el concepto de madre trasciende a la simple biología, es ser una Guía en la vida. Son mis hijos por el solo hecho de haberlos engen­drado, por el sentimiento más puro de amor que crea este vínculo, pero como seres huma­nos, todos tenemos una misión en la vida y el ti­tulo de madre te otorga además, el compromiso de darles el ejemplo para que puedan elegir el mejor camino para alcanzarla

Fotografías: Tony Pampillo y fuente externa

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