Es bien sabido por todos que la administración pública ha de ser reformada, nadie lo esconde, pues hay que reestructurarla para hacerla más eficaz. Sin embargo, no deberíamos hablar de eliminar instituciones que han sido conquistas de sectores de la sociedad dominicana, como el Ministerio de la Juventud que es una conquista del sector juventud, donde Robiamny Balcácer está haciendo un tremendísimo trabajo. Pienso que las voces que llaman a la eliminación de dicho ministerio se inscriben más bien, dentro de lo que podríamos llamar populismo “institucional”.
Particularmente, conocemos de muchos casos donde la joven ministra se ha entregado como si fueran situaciones o casos particulares suyos, mostrando una vocación de servicio pocas veces observada en la administración pública para ayudar al sector juventud que representa. Es por ello que antes de cerrar esos espacios, donde tenemos incumbentes que con los limitados recursos que manejan están resolviendo y haciendo maravillas para ayudar a la población, tenemos más bien que potenciarlos. Este no es el momento para hablar de esa reestructuración, algo muy serio que debe ser abordado a nivel macro, con un consenso general pero fuera de la campaña política, para trabajar una transformación en la estructura misma del Estado nacional.
La trampa de Leonel
A la firma de comunicación política Mark Penn/Stagwell le precede su gran reputación. Si tomamos como válidos los números servidos la noche del miércoles pasado por el Grupo SIN que marcan un momento en la evolución de la campaña, podríamos hablar de un empate técnico, entre los candidatos de las dos principales fuerzas políticas nacionales. Lo que está diciendo que el esfuerzo que ha hecho Gonzalo Castillo, el candidato del Partido de la Liberación Dominicana (PLD) ha sumado resultados positivos, creciendo y fijando su figura en la preferencia electoral. En el caso de Luis Abinader candidato del Partido Revolucionario Moderno (PRM) hay una estrepitosa caída, puesto que varios sondeos anteriores lo daban muy arriba, algunos por encima de los 50 puntos porcentuales. Un 39% significa que ha venido bajando de manera brusca.
Si aceptamos esto como válido, habría segunda vuelta en las elecciones generales extraordinarias pautadas para el próximo 5 de julio del presente año. Un escenario de segunda vuelta obliga a negociaciones, acuerdos y amarres, adquiriendo la organización política visualizada en tercer lugar un gran valor de mercado. En este caso hablamos del expresidente Leonel Fernández y su Fuerza del Pueblo (FP). Lo más conveniente sería, tanto para Gonzalo como para Abinader definir sus potenciales triunfos en primera vuelta. Ante la dificultad de ese escenario conviene pensar en la estrategia de segunda vuelta.
Sin embargo, nos acercamos a una encrucijada, pues no podemos olvidar que la razón de ser y filosofía de existencia de la Fuerza del Pueblo es la pretensión de sacar del poder al PLD, lo que lo coloca más cerca de Abinader y el PRM. Empero hay una disyuntiva para el expresidente Fernández que acaricia una potencial candidatura ganadora suya en el 2024, pues un apoyo total a Abinader seria preparar su sepultura política con un acuerdo que le dé a la FP participación en un futuro gobierno del PRM, por lo cual no le es factible, pues le daría a Abinader y al PRM la estabilidad política para desarrollar y afianzar su liderazgo.
Por otro lado, de darle un apoyo sin pretender alcanzar posiciones en un eventual gobierno del PRM, podría también ser un problema, pues muchas figuras de la FP que quieren ser parte del gobierno del Estado podrían actuar como los reformistas en el año 1996 cuando Joaquín Balaguer con su Partido Reformista Social Cristiano (PRSC) conformó con el PLD el Frente Patriótico, un acuerdo solo para impedir el triunfo del Partido Revolucionario Dominicano (PRD) y que no conllevaba compartir el gobierno del PLD.
Muchos reformistas, a pesar de la ausencia de un acuerdo para compartir gobierno ocuparon posiciones en las administraciones del PLD y la historia la sabemos, el PRSC se fue disminuyendo en el tiempo y escenario político. Esa es la trampa a la que se enfrenta el expresidente Fernández con un acuerdo con Luis Abinader y el PRM apostando a la destrucción del PLD. Un escenario halagüeño para el PLD ya que, dado que su candidato Gonzalo Castillo ha crecido y está en un empate técnico con su principal contendor de la oposición, puede de manera fácil reorientar la estrategia para realizar un muy buen papel en esta primera vuelta, que, si eventualmente no ganara la presidencia en primera vuelta, le podría permitir ganar esa primera fase de las elecciones e ir a una segunda vuelta con un empuje colosal.