La República Dominicana debe ponderar muy bien el camino a escoger con relación al sistema de pensiones entre los tres que se plantean en América Latina, porque dependiendo de cuál escoja socavará los cimientos de ese sistema o los fortalecerá.
En primer lugar está el camino de no hacer nada. Esto conduce al estancamiento y al agotamiento del sistema previsional.
En segundo lugar está el camino de la complacencia, que se toma con fines políticos o en base a prejuicios ideológicos, y que conduce al retiro anticipado de los fondos o la adopción de medidas populistas que no guardan proporción con la capacidad financiera del sistema para solventarlas, lo cual podría conducir a la quiebra del sistema previsional.
Y en tercer lugar está el camino de las reformas sostenibles, que combina el fortalecimiento financiero del sistema con una mejora sostenible de las pensiones.
El primer camino debe ser descartado porque agotaría la capacidad del sistema para dar respuestas a la demanda de pensiones dignas para los trabajadores, haciendo al país retroceder al sistema de reparto.
Lo mismo ocurre con el segundo camino, que han tomado algunos países, como Perú y Chile, al implementar medidas muy atractivas en el corto plazo, pero que a la larga conducen a la frustración, con consecuencias negativas para su economía y para la sostenibilidad del sistema previsional.
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En Perú entró en vigencia una ley en 2016 que permite a los trabajadores retirar el 95,5 % de sus fondos, lo que ha deteriorado la capacidad del sistema y ha convertido a ese país en un ejemplo de lo que no se debe hacer en materia previsional.
Por esa razón en Perú se reclama que esa ley sea revertida. Lo mismo ocurrió en Chile, donde se han producido tres retiros anticipados, lo que afectó negativamente en la economía, al ejercer presiones inflacionarias por el impacto en la demanda de esos retiros, con el agravante de que diezmó la capacidad del sistema previsional para otorgar pensiones dignas a los trabajadores al momento del retiro.
Los efectos de los retiros en Chile fueron tan negativos, que han llevado al nuevo presidente, Gabriel Boric, quien ha tenido una voz crítica sobre las personas, al asegurar que jamás apoyará retiros anticipados y que, en cambio, abogará por reformas al sistema para fortalecerlo.
«Haremos esfuerzos para que nunca más los trabajadores tengan que pagar con sus ahorros una crisis”, ha dicho Goric.
Trabajadores no deben pagar
Las reformas que se hagan al sistema previsional deben conducirlo al fortalecimiento de los fondos previsionales y a asegurar una mejor respuesta a los trabajadores, a través de pensiones cada vez más dignadas en su edad de retiro.
Algunas de las reformas tienen que ver con el propio sistema y otras con cambios estructurales que contribuyan a la formalización de la economía y a generar mejores salarios.