Los niveles de autosuficiencia en la producción agropecuaria convierten a la República Dominicana en un país modelo en la región, porque están garantizados los principales productos de consumo de la canasta básica.

Pese a los malos presagios que la guerra entre Rusia y Ucrania imponían al tema del abastecimiento de materias primas para diversos renglones productivos, la escasez no está presente en los mercados locales, aunque persiste la queja de los consumidores por el impacto que genera en los precios la cadena de intermediación.

Esos planteamientos fueron expuestos por Osmar Benítez, exministro de Agricultura y presidente ejecutivo de la Junta Agroempresarial Dominicana (JAD), quien destacó que el potencial que exhibe el sector agropecuario obedece al esfuerzo de los productores, y a las políticas públicas aplicadas por los diferentes gobiernos desde el fin de la dictadura de Rafael Leónidas Trujillo.

Para Benítez no hay un solo protagonista, sino un cúmulo de esfuerzos que se expresan, por ejemplo, en un 100% de autosuficiencia en la producción de arroz, ya que al año se cultivan 14 millones de quintales, para un consumo al mes de 1,126,000 quintales.

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Pese a esa autosuficiencia, de ese rubro se importan 500,000 quintales al año desde los Estados Unidos, como parte de los acuerdos del DR-Cafta, y también ingresan otras partidas procedentes de Argentina y Uruguay.

De la producción nacional también se ha logrado colocar en el mercado haitiano volúmenes de arroz por montos ascendentes a 10 millones de dólares.

En cuanto a las habichuelas y guandules, que complementan el consumo de arroz, el país produce el 62% de la demanda del mercado, según los datos de Benítez.

Otro producto de alto consumo es el plátano, cuya producción alcanza 1,300,000 unidades al año, sembradas en una superficie de 769,822 tareas.

Principales cultivos por valor de la producción

Los datos que maneja Benítez, basados en las estadísticas de la JAD y del Banco Central, señalan que en el 2021 el plátano fue el principal cultivo en términos del valor de la producción, que ascendió a RD$23,958 millones.

Le siguió el arroz, con montos que alcanzaron los RD$22,000 millones, y en tercer lugar el coco, con RD$14,704 millones.

Por debajo de esos rangos quedaron la producción de aguacate, lechosa, cacao en grano, caña de azúcar, guineo, tomate y piña.

Sector avícola y bovino

En cuanto a la carne de pollo, que es la proteína de origen animal más consumida en el país, la producción al mes promedia los 19.2 millones de unidades, equivalentes a 86 millones de libras, según las explicaciones de Benítez.

“República Dominicana es uno de los principales países productores de pollo de la región del Caribe y Centroamérica, nadie nos gana en eso. La producción ha sido normalmente entre 16 y 18 millones al mes, pero debido al impacto que ha tenido la fiebre porcina el sector avícola ha tenido que producir más para compensar la falta de cerdo”, refirió.

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En el mismo renglón avícola destacó que se producen más de 200 millones de huevos al mes.

“Sobre la carne de res, la mayor parte es de producción nacional, aunque se importan cortes finos. Pero ya estamos produciendo filetes Angus, y carne madurada, que se ablanda en una cámara de ambiente controlado”, refirió Benítez al destacar que tres empresas implementan esa tecnología.

Respecto a la carne de cerdo explicó que, aunque todavía existen brotes de fiebre porcina, se producen al mes un promedio de un millón de libras.

“El 30% de los porcicultores produce el 70% de la carne de cerdo que se consume en el país, y no muchas granjas grandes han sido impactadas”.

En ese contexto explicó que las zonas más afectadas están ubicadas en el Cibao Central, pero que se han ido controlando.

“Ahora mismo hay tres brotes nuevos. En una región, en una provincia donde tienes la enfermedad, no quiere decir que todas las granjas estén impactadas, en las que están se hace un cerco sanitario y se toman medidas para evitar el tránsito de esos animales, reducir la entrada de personas, y la eliminación de esos animales.

“El Gobierno ha seguido el protocolo que manda la Organización Internacional de Sanidad Animal, y hasta ahora lo está llevando bien”, afirmó.

Altos precios

Aunque hay alimentos suficientes para abastecer las necesidades de la población, el costo de algunos rubros se aleja de las posibilidades de los segmentos más pobres de la población.

En ese sentido Benítez considera que eso es producto de la cadena de intermediación, pero también del bajo poder adquisitivo de ciertos sectores.

“La gente siempre se queja porque esa es la naturaleza del ser humano, cuando uno lo compara con los precios en otros países estamos a un nivel de pecio razonable, lo importante no es que el producto sea caro, sino que se tenga el dinero para comprarlo. Hay que trabajar para mejorar el ingreso de las familias, y de los agricultores, porque cuando ves un plátano en Santo Domingo a 10 o 15 pesos, en finca le pagan 8 al productor”, expresó Benítez.