POR AMARILIS CASTRO
Los dominicanos han visto desaparecer de forma repentina y sin ninguna explicación de los mercados locales, la yautía coco (colocacia esculenta, nombre científico) que se cultivaba en unas 13 provincias del país.
República Dominicana, fue considerado el mayor productor de esta especie, entre otras otras variedades del cultivo, y por lo tanto, el más grande exportador, gracias a la apertura de nuevas zonas de consumo y a las propiedades nutritivas que se identificaron tiene esta planta.
No obstante, según datos obtenidos, la casi desaparición de este producto en el país empezó en el año 2003, debido a la aplicación de una técnica no apropiada y la utilización de abonos inorgánicos que causaron la aparición de una enfermedad (la plaga tizón foliar), la cual es difícil de erradicar y que produce el marchitamiento del follaje y la pudrición de los cormelos.
Esta enfermedad ocasionó la perdida de 6,250 hectáreas de cultivo durante del 2003-2004, distribuidas en varios regiones del país, provocando disminuciones de rendimientos que oscilan entre 30 y 50 por ciento y en algunos casos de un 100%.
Debido a este inconveniente, la producción de la yautía coco o yemolea, ha mermado y de igual forma el volumen de sus exportaciones en este renglón, por lo que el país ha sido desplazado de los mercados internacionales, ya que se ha fomentado este cultivo en otros países, como por ejemplo la costa atlántica de Nicaragua.
Las estadísticas arrojan que durante la temporada de cultivo 2003-2004, la República Dominicana recibió US$9.5 millones por concepto de divisas de exportación de este tubérculo.
Mientras que la producción total, en este mismo periodo fue de 1.33 millones de quintales, de los cuales el 50% se dedicó al consumo local, el 20% a la agroindustria y un 30% a la exportación.
Según se informó, la Junta Agroempresarial Dominicana (JAD), preocupada por la situación , formó en el 2005, lo que denominaron Conjunto Productivo de Yautía Coco, el cual agrupaba los técnicos de la Secretaría de Agricultura y productores de este cultivo, interesados en solucionar el problema causado por la enfermedad.
Luego de este esfuerzo de la JAD, fue diseñado un proyecto para erradicar la enfermedad, el cual tendría un costo de unos RD$60 millones.
Este programa fue presentado a las autoridades de la Secretaría de Agricultura, por ser la entidad rectora del sector agrícola, sin embargo, aunque hubo la intensión de ejecutar el programa dichos fondos no fueron entregados.
Es por esto que el país ha dejado de percibir ingresos por la disminución de los volúmenes de exportación de este cultivo y la población dominicana ha sido privada de recibir uno de los nutrientes de los que más carece, como es el hierro.