Por qué me ofrecí como voluntaria para probar la vacuna contra el ébola

Por qué me ofrecí como voluntaria para probar la vacuna contra el ébola

En un hospital de Oxford, una mujer británica aspira a formar parte de la batalla global contra el mayor brote de ébola de la historia.

Ruth Atkins, trabajadora del Sistema Nacional de Salud (NHS, por sus siglas en inglés) de 48 años, es la primera voluntaria sana a la que le han inyectado material genético del virus como parte de los ensayos para obtener una vacuna en Reino Unido.
Atkins dice que se encuentra «absolutamente bien».
«Escuché en la radio que se necesitaban voluntarios para los ensayos y pensé en lo triste que es todo lo que está pasando en África occidental», explicó Atkins a Fergus Walsh, periodista de la BBC.
«Pensé en qué podía hacer yo (para colaborar). No puedo ir allí y ponerme a trabajar, así que participar en el ensayo de la vacuna es algo pequeño que puedo hacer para, espero, tener un impacto enorme».
Explicación clara.- Al menos 2.500 personas han muerto hasta ahora a causa del brote de ébola, aunque las autoridades sanitarias temen que la cifra sea mucho mayor por la cantidad de enfermos que no entran en contacto con el sistema de salud y no son detectados.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) advirtió que la epidemia, sin parangón en la historia moderna, puede convertirse en una catástrofe humanitaria.
Atkins forma parte de un grupo de 60 voluntarios que participan en el ensayo que se lleva a cabo en la Universidad de Oxford. Otros ensayos se están realizando en Estados Unidos.
«Los trabajadores me explicaron todo muy bien», dice Atkins. «Me tranquilizaron y explicaron los efectos secundarios que puede causarme», relata.
Según los expertos, no hay riesgos de que los voluntarios que participan en los ensayos se infecten de ébola, ya que la vacuna contiene una proporción muy pequeña de material genético del virus.
La vacuna utiliza un virus del resfriado común en chimpancés modificado, al que se le ha intectado una proteína del virus del ébola.
Diario.- «Si consiguen la vacuna adecuada y empiezan a administrarla, esto marcará una diferencia en la vida de la gente», opina Atkins.
La voluntaria tiene que completar un diario electrónico en los primeros ocho días tras recibir la inmunización, en el que debe apuntar la temperatura corporal, sus sensaciones generales y las posibles reacciones que observe en su cuerpo.
Además de los enormes costes humanos de la epidemia, el Banco Mundial alertó recientemente del «impacto catastrófico» que puede tener sobre la economía de Guinea, Liberia y Sierra Leona, los países de África occidental afectados por el brote.

La vacuna ha sido desarrollada por científicos de Okairos, una empresa de biotecnología suizo-italiana comprada a principios de año por la británica GlaxoSmithKline.
Riccardo Cortese, jefe ejecutivo de la empresa, explicó a la periodista de la BBC Helen Briggs que los científicos llevan seis años trabajando en la consecución de la vacuna.
La inmunización se ha desarrollado en colaboración con los Institutos Nacionales de Salud, en Estados Unidos.
«Nosotros fabricamos la vacuna y ellos hicieron los ensayos en animales, que fueron bastante satisfactorios», dijo Cortese a la BBC.
«Ya antes del brote, se decidió proceder rápidamente a los ensayos de seguridad y inmunogenicidad en humanos. Y el programa se aceleró como consecuencia del brote».
Grupos de alto riesgo.- Okairos está en contacto con GSK para fabricar todas las dosis para el Reino Unido, Estados Unidos y para planificar la rama africana de los ensayos en su sede en Italia.
Alfredo Nicosia, jefe científico de la compañía, dijo que es realista esperar que la vacuna esté lista «en unos meses».
«El ritmo sera mucho más rápido que en circunstancias normales», dijo. «Hemos ido lo más rápido que hemos podido».
Los ensayos determinarán si la vacuna es segura y si provoca una respuesta inmunitaria adecuada.

En base a los ensayos realizados en varios cientos de personas, es probable que la vacuna se utilice en grupos de alto riesgo. Según la OMS, trabajadores sanitarios y otros en primera línea de la epidemia serán los primeros que tendrán acceso.
Según Benjamin Neuman, virólogo en la Universidad de Reading que no participa en los ensayos, la vacuna podría estar disponible en enero. Pero Neuman advirtió también que el sistema inmunitario es complejo y es complicado saber si la vacuna funcionará lo suficientemente bien para proteger efectivamente contra el ébola.
«El verdadero test será cuando llegue a África y una persona que haya recibido la vacuna entre en contacto con el virus», añadió.