¿Por qué no enjuiciamos los partidos?

¿Por qué no enjuiciamos los partidos?

JUAN TERRERO PÉREZ

Temístocles Montás, siendo presidente del Partido de la Liberación Dominicana afirmó haber recibido dinero de la multinacional brasileña ODEBRECHT para ser usado a su discreción en campañas de esa organización (oficialista) en esos días; actualmente el juicio contra los acusados de recibir sobornos por ese caso está en su fase final en primera instancia, no obstante, el señor Montás que realizó tan temeraria declaración sigue en libertad, exento de toda culpa.

El exsecretario (ministro hoy) de Obras Públicas y Comunicaciones en el Gobierno de Leonel Fernández ingeniero Víctor Díaz Rúa asegura que el dinero de los sobornos de ODEBRECHT que manejó eran cuentas del PLD.
Diría alguien por ahí, “más claro ni el agua”.

O sea, que si Montás y Díaz Rúa que sirvieron como receptores de recursos económicos para los dos faraones del PLD, Fernández y Danilo Medina, queda claramente establecido que estos dos expresidentes de la República en su momento, presidente, obviamente del partido morado, son tan responsables de esos hechos como el que más.

Sucede en la República Dominicana que se crea el mito de que ciertas figuras son intocables y están por “encima del bien y del mal”, y nos estrujan en la cara la Constitución y las leyes, recordando ahora la frase del caudillo reformista Joaquín Balaguer Ricardo, quien sostuvo que “la Constitución era un pedazo de papel”.

Y recordando también la indulgencia otorgó el expresidente Hipólito Mejía a Leonel Fernández cuando salió del poder en el 2000, de que la figura de expresidente debe ser respetada, pero le ha pesado. Olvidó lo que hicieron Balaguer y Vincho Castillo a Jorge Blanco.

Entonces, si el dinero de ODEBRECHT fue parar a las arcas de los partidos, que paguen sus culpas en el Tribunal Superior Electoral.

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