Nuevas normas hacen frente a obtención de reembolsos y la aparición de tasas sorpresa al final del proceso
Durante mucho tiempo los dominicanos hemos estado quejándonos de las altas tarifas aéreas que se pagan para volar desde o hacia Estados Unidos, impuestas por un mercado oligopólico de cuatro grandes aerolíneas: American Airlines, Delta Airlines, Southwest Airlines y United Airlines, que controlan el 80% del mercado aéreo estadounidense.
Se han dado casos en que con el pago del boleto para viajar desde o hacia Estados Unidos desde RD se podría cubrir el pago del boleto aéreo y el hotel en un tercer destino de la región, pues el boleto para viajar a RD cuesta el doble del que se adquiere para viajar a cualquier otro país de América Latina y el Caribe.
Y ahora que desde el Departamento de Transporte de Estados Unidos surgen nuevas normas si no para hacer una profunda reforma de ese mercado, por lo menos para evitar muchos de los momentos amargos que pasan los usuarios del servicio con las aerolíneas, no debemos mostrarnos indiferentes.
A esos momentos amargos no escapan la gran cantidad de dominicanos residentes en el país que viajan a Estados Unidos y a los dominicanos residentes en Estados Unidos que vuelan desde y hacia ese territorio, así como de los extranjeros que parten desde los aeropuertos estadounidenses o llegan a esas terminales para hacer turismo en la República Dominicana.
Lo que acaba de hacer el Departamento de Transporte de Estados Unidos es plausible, a pesar de que su decisión fue impugnada de inmediato por las principales líneas aéreas estadounidenses: ha dictado nuevas normas para hacer frente a dos de los problemas más difíciles y molestosos de los viajes aéreos: la obtención de reembolsos y la aparición de tasas sorpresa al final del proceso de reserva.
Los nuevos lineamientos del departamento obligarán a las compañías aéreas a cumplir normas claras y coherentes cuando cancelen, retrasen o modifiquen sustancialmente sus vuelos, y exigirán que los reembolsos automáticos se efectúen en el plazo de unas semanas. También les exigirán que revelen todas las tarifas antes de comprar un billete.
“Los pasajeros merecen saber de antemano a qué costos se enfrentan y que se les devuelva el dinero cuando una compañía aérea se lo deba, sin tener que preguntar”, ha declarado el secretario de Transporte de Estados Unidos, Pete Buttigieg, quien ante la impugnación, dijo que defenderán con toda energía las nuevas normas.
Una publicación de The New York Times explica que cuando las cosas van mal, lograr una compensación de una compañía aérea a menudo requiere hacer un engorroso papeleo o pasar incontables horas al teléfono. Con la nueva normativa, los reembolsos serán automáticos, sin que los pasajeros tengan que solicitarlos. Los reembolsos se harán en su totalidad, exceptuando el valor del transporte ya utilizado.
Las compañías aéreas y los agentes de venta de boletos deberán reembolsar el importe en la forma original de pago. Los reembolsos deben efectuarse en un plazo de siete días para las compras con tarjeta de crédito y de 20 días para los demás pagos.
Los pasajeros con otras alteraciones en el vuelo, como el descenso a una clase de servicio inferior, también tienen derecho a reembolso.
La lista de cambios significativos por lo que los pasajeros pueden recuperar su dinero también incluye: salida o llegada desde un aeropuerto distinto al reservado; conexiones en aeropuertos diferentes o vuelos en aviones menos accesibles para una persona con discapacidad; aumento del número de conexiones programadas. Además, a los pasajeros que paguen por servicios como “wifi” o selección de asiento que luego no estén disponibles se les devolverá el importe abonado.
Las aerolíneas deben dar vales de viaje o créditos a las personas con pasajes que no puedan volar por restricciones gubernamentales o por prescripción médica.
Los bonos o créditos serán transferibles y podrán utilizarse durante al menos cinco años a partir de la fecha de su emisión.
A partir de ahora, las compañías aéreas y los agentes de venta de boletos tendrán que mostrar de manera clara e individualizada, antes de la compra del boleto, cualquier costo adicional que se aplique, por ejemplo, por facturar el equipaje o elegir asiento. También tendrán que explicar la política de la aerolínea en materia de equipaje, cancelaciones y cambios de vuelo antes de que el cliente compre el billete.
Las normas, que se aplican a todos los vuelos de aerolíneas nacionales y a los vuelos con origen o destino en Estados Unidos operados por aerolíneas extranjeras, tienen distintas fechas de inicio.
Por ejemplo, las compañías aéreas deben instaurar el reembolso automático en un plazo de seis meses.
No es todo lo que se debe hacer para que las reglas de la competencia se impongan en el mercado aéreo de Estados Unidos, pero es un paso importante para reducir el poder que asumen las aerolíneas de imponer medidas discrecionales que disfrazan costos ocultos, que dificultan a los usuarios del servicio disfrutar de precios competitivos.