Aunque parezca ilógico, existen personas en el mundo que les gusta sentir dolor, sin embargo, no siempre el dolor es físico, sino que también es emocional, ese que se lleva por dentro, pero incluso ese, también hay personas que les gusta sobrellevarlo

A continuación, y de la mano de la psicóloga Virginia Pardilla, te detallaremos el por qué a muchas personas les gusta cargar con el dolor emocional.

En ocasiones sentimos algún dolor, pero que quizás no es algo tan grave, sino más bien una molestia en alguna parte del cuerpo o un leve dolor en la cabeza, sin embargo, cuando sentimos algo muy fuerte, inmediatamente nos dirigimos hacia el hospital para comprobar que todo esté bien.

Erróneamente, cuando sentimos un dolor emocional, algo que nos quita la paz o que sencillamente no nos permite continuar nuestro día de manera norma, muchas veces nos descuidamos y lo dejamos pasar por alto, lo contrario a si fuese un dolor físico muy fuerte, sin embargo, debemos saber que el dolor emocional es tan perjudicial como el físico, y probablemente más.

La primera etapa de dolor emocional se da en la mayoría de los casos por algo que al principio quizás no dolió tanto, o más bien, tardó más el proceso para que esto cause un efecto, pero una vez empieza a pasar el tiempo, y las personas no lo hablan con nadie ni tampoco intentan remediarlo, se comienza entonces a crear una costumbre al dolor, hasta que ya es algo normal.

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El dolor emocional puede llegar a posteriormente causar dolores físicos, e inclusive daños graves a la salud, un ejemplo de esto es el siguiente: Una persona que esté sufriendo emocionalmente, pero se rehúsa por cualquier razón a seguir cargando con dicho dolor, eso pudiera posteriormente causar algún daño cardíaco o cognitivo, debido el peso de la información que atormenta el cerebro.