Hay varios factores que contribuyen a la demencia como la dieta, actividad física, actividad mental, el entorno social, la genética, la edad, entre otras condiciones médicas.
La demencia es el nombre que se le da a la condición de las personas que presentan un deterioro de su capacidad cognitiva, al punto de requerir ayuda para realizar sus rutinas cotidianas.
El Alzheimer es el tipo más común de demencia, seguida de demencia de tipo vascular, demencia de cuerpos de Lewy y demencia Fronto-temporal.
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Entre los cuarenta y los sesenta años, hay otros factores de riesgo que pueden estar asociados con la enfermedad de Alzheimer, tales como la pérdida de la capacidad auditiva, la presión alta y tener sobrepeso u obesidad, explica la doctora Liliana Ramírez Gómez, neuróloga conductual y directora clínica de la división de trastornos de la memoria en Massachusetts General Hospital.
En la edad adulta, el haber fumado o ser un fumador activo, tener depresión, inactividad física o sedentarismo, sufrir de diabetes, y el aislamiento social están asociados a un mayor de riesgo para desarrollar demencia, expone la especialista.
Además, destaca que, si se hace el esfuerzo en eliminar todos estos factores de riesgo modificables, se puede llegar a reducir hasta un 56% la probabilidad de desarrollar demencia, e incluso, otras enfermedades como los ataques al corazón o los accidentes cerebrovasculares.
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Conductas saludables para el cerebro
Educar a todas las nuevas generaciones en tener hábitos saludables para su cuerpo y para su mente. Estos incluyen actividad física, hacer ejercicio cardiovascular como caminar, el ciclismo, hacer pesas, entre otros.
Numerosos estudios sobre la actividad física muestran que de 30 a 60 minutos de ejercicio cardiovascular 3 o más veces por semana están asociados con un menor riesgo de progresar de un deterioro cognitivo leve a demencia.
“Optimizar la condición física a través del ejercicio regular ha demostrado aumentar la memoria y el funcionamiento diario en pacientes con demencia, y mejorar la cognición global, la función ejecutiva y la atención en pacientes con deterioro cognitivo leve”, corrobora la doctora.
Mortalidad de los cuidadores de paciente con enfermedades del cerebro
Se sabe que los cuidadores tienen unos niveles mucho más altos de estrés comparados con la población general, por lo que tienen más riesgo de desarrollar enfermedades cardiovasculares como la hipertensión.
De igual forma tienen una mortalidad más alta y su sistema inmune también se ve afectado. Hay estudios que muestran que los cuidadores tienen una respuesta más baja a vacunas, así como menos anticuerpos comparados con otras personas.
La psiquiatra enfatiza que es importante que los cuidadores no descuiden su salud y aprendan a identificar síntomas que puedan afectar su calidad de vida, así como buscar atención médica y apoyo de otros familiares.
Nuevo tratamiento contra el Alzheimer
Recientemente, la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA) aprobó un nuevo tratamiento para la enfermedad de Alzheimer, que consiste en un anticuerpo monoclonal que fue publicado en el New England Journal of Medicine, demostrando que tiene efectividad para reducir el deterioro cognitivo.
Los pacientes tratados con este medicamento llamado Lecanemab, presentaron una disminución del 27% en el deterioro cognitivo, ya que ayuda a reducir la proteína Beta-amiloide en el cerebro, característica de la enfermedad de Alzheimer.
La neuróloga destacó que las personas que más se benefician con esta nueva terapia son aquellos con la enfermedad en una etapa temprana.
Agregó que se encuentran estudiando lo que se llama el envejecimiento exitoso, en inglés se denominan los “superagers”, son las personas que envejecen con una capacidad cognitiva excelente. “Idealmente, ese es el envejecimiento al que queremos llegar con todas nuestras capacidades mentales”.