En la primera parte de este tema escribí que: “No votamos para ser pobres, deberíamos votar para levantar la dignidad de cada persona que resida en territorio dominicano.
El pobre debe entender la responsabilidad de las tres ramas gubernamentales, nos referimos a los tres poderes del Estado dominicano: El Poder Ejecutivo, el Poder Judicial y el Poder Legislativo. Si exigimos de forma articulada que se haga cumplir lo que está escrito seremos una nación próspera”.
Si como ciudadanos desarrolláramos un pensamiento crítico, un espíritu conciliador y amante a lo bien hecho, a lo correcto, estoy más que seguro que la situación socioeconómica estaría más estable y más vivible. Entonces, ¿Por qué votamos para ser pobres?
Cuando los ciudadanos nos convertimos en facilitadores del cambio, agentes motivadores de la transformación, comenzamos a darle importancia a este poder que es determinante en una democracia representativa, nos referimos al *Poder Ejecutivo*.
La palabra ejecutar es clave, es determinante, porque cualquier presidente que encarne ese ejercicio es el responsable de que el cumplimiento de algo se convierta en una realidad colectiva y beneficiosa para todos los dominicanos y demás personas que interactúan en territorio dominicano.
Lee más: Parte 1: ¿Por qué votamos para ser pobres?
Para eso, debe existir en el *Poder Ejecutivo* un elemento neurálgico, ser íntegro; la palabra íntegro suena simple y conciso, muchos entienden que es como una utopía promover y fusionar la política con la integridad.
A pesar de esta errónea percepción debemos empujar, motivar y elegir a presidentes íntegros y sin maldad, no perfectos, pero inclinados a una verdadera transformación. Debemos tener cuidado en cómo y qué elegir, no podemos dejarnos llevar por las emociones de los escándalos del bajo mundo político.
El *Poder Ejecutivo* existe para materializar esa integridad en acciones como promover el derecho a la propiedad, derecho al trabajo, derecho a la riqueza, al comercio y derecho al retiro.
NO HEMOS DICHO PRIVILEGIOS, estamos hablando de derechos. Y yo me pregunto, ¿Por qué queremos votar por personas que no son íntegras?
Si nos convirtiéramos en ciudadanos con un alto concepto de la dignidad, responsables y críticos de los que nos han gobernado, eligiéramos personas con carácter y con vocación para ocupar y legislar los aspectos que nos hacen sentir valorados.
El *Poder Legislativo* debe estar compuesto por personas que entiendan lo que es la dignidad. Dignidad es ver a los demás como Dios lo ve, ver a los demás como yo mismo me veo, como yo me protejo y me cuido. Así que, el *Poder Legislativo*, senadores y diputados deben promover la dignidad y practicarla.
¿Y para qué? Para promover el derecho a la vida, derecho a la no codependencia, a la protección, a los servicios, y derecho a ser anciano. Si ya sabemos esto, ¿Por qué hemos votado por diputados y senadores que no entienden lo que es dignidad?
Donde no hay justicia nada funciona, hay dos cosas que empobrecen a los pueblos: Un alto nivel de injusticia y un alto nivel de corrupción; en todos los países existe la corrupción y la injusticia, pero no todos poseen una híper corrupción y un exceso de injusticia.
Es ahí donde el *Poder Judicial* interviene, para incentivar e implementar la libertad. La doctrina de la democracia es libertad e igualdad, y donde no existe la libertad no puede existir la igualdad de derechos. Este poder debe promover el derecho a la libertad, derecho a la justicia, derecho a las libertades con responsabilidad moral y derecho a buen trato físico, emocional y espiritual.
Entonces, debemos hacernos las siguientes preguntas: ¿De todas las personas que votan, cuántos de ellos conocen sus derechos? ¿Si hemos vivido quejándonos y haciendo huelgas, por qué seguimos votando de forma irresponsable? ¿Entienden los empresarios que mientras más anarquía y mala administración exista en el país, más inseguridad reinará en las familias de esas clases empresariales? ¿Por qué votamos para vivir en calles inseguras, para vivir con temor y para seguir ahogados en el subdesarrollo? Como dije en la primera parte: “…que pena que este artículo no es leído por la mayoría”.