En la República Dominicana todavía existe el discrimen para las personas que son portadores del VIH/SIDA, según el Programa Conjunto de las Naciones Unidas sobre el VIH/SIDA (ONUSIDA).
Bethania Betances, directora de ONUSIDA en el país explica que la discriminación es total y se refleja cuando es publicado su diagnóstico o cuando van a buscar empleos y en las empresas les hacen pruebas sin su consentimiento, lo cual aseguran incluso es ilegal.
“La cantidad de personas viviendo con VIH que no tienen trabajo y no han podido conseguirlo, es por ese tipo de práctica”, dijo Betances quien junto a Santo Rosario, del Centro de Orientación e Investigación Integral (COIN); Ingrid Bretón, del Grupo Paloma y Leonardo Sánchez, de la organización Amigos Siempre Amigos (ASA) fueron los invitados en el Almuerzo Semanal del Grupo de Comunicaciones Corripio.
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Los representantes de estas entidades coinciden en que, independientemente de que tengan VIH, hay una exclusión social a grupos claves como los homosexuales, las trabajadoras sexuales, los usuarios de drogas y los haitianos residentes en los bateyes, los cuales los hace vulnerables al foco de la epidemia.
“Son esos grupos excluidos los que están más expuestos a problemas de salud con el VIH y la prevalencia en ellos mayor”, puntualizó Bretón.
Para la directora Ejecutiva del Grupo Paloma, una red de personas que viven con el VIH, en su experiencia personal duró 20 años sin empleo y de los programas sociales del Estado, nunca ha sido beneficiada, por lo que, aunque reconoce que se ha avanzado mucho, pide sean revisados los programas.
Acceso a los medicamentos
Aunque el peso de la burocracia, los cambios de Gobierno o de funcionarios complican la distribución de los medicamentos, Ingrid Bretón asegura que hoy en día se puede tener acceso sin problemas a los medicamentos a través del Estado Dominicano y el Fondo Mundial de la Lucha contra el Sida.
Desde su óptica el hecho de que no exista una vacuna contra el SIDA en la actualidad se debe al gran negocio que mantienen las empresas farmacéuticas con los medicamentos, pese a los avances de la ciencia y la tecnología.
La directora del Grupo Paloma explicó en su testimonio de vida, que no deja fuera al efecto del poder de Dios en sus 50 años viviendo con VIH, de la cual recibe un gran apoyo de su familia y para mantener admite ha tenido que reinventarse económicamente para darle fin a su carrera como psicóloga de la cual solo falta el monográfico para graduarse.
Lugares con más casos
La mayor cantidad de casos en el país según datos de ONUSIDA, están el Gran Santo Domingo, con todas sus divisiones y en las zonas en el Este del país como Verón y Punta Cana. Aclaran que los casos de VIH, no están vinculados al área geográfica, sino al comportamiento de riesgo que tengan las personas como el sexo sin protección y el uso de drogas. La población más propensa al contagio está comprendida entre los 30 años y casi 40 años de edad, en los hombres más que las mujeres.
Las cifras del VIH en RD
En la República Dominicana los casos de los Hombres que Conviven con Hombres (HCH) se estima que el 5% son portadores del VIH. Con los Transexuales la cifra considerada es de que un 12% lo tiene y en el caso de las trabajadoras sexuales, el 4% padecen el VIH. Para los haitianos que residen en los bateyes el nivel es de un 7%. En este último grupo Santo Rosario explicó que su organización COIN esta haciendo un gran trabajo de búsqueda para ponerlos en tratamiento.
El porcentaje de prevalencia en la población general es de 0.9%, pero en poblaciones claves esto aumenta considerablemente. En el año del 2022, el corte hecho en diciembre, en República Dominicana habían 79,000 Personas Viviendo con VIH (PVV), en ese mes se infectaron 4,100 (hubo una reducción de un 16%, comparada con el año 2010), se produjeron 1,500 muertes por VIH, ( en comparación con el 2010, hubo una reducción del 54%) y según datos del Servicio de Atención Integral, 53 mil personas están usando usando antiretrovirales.
Tanto Betances como Rosario atribuyen el nivel aumento del VIH en estos grupos sociales, por el estigma, la discriminación, la falta de información para prevenirse y los accesos necesarios.
“Ellos tienen más probabilidades, muchos de ellos, porque están viviendo en los niveles de pobreza más altos y por el estigma de la discriminación”, dijo la directora de ONUSIDA, Bethania Betances.