Heriberto Morrison 
Dada la trascendencia que tiene el deporte en el mundo actual en los ámbitos cultural, social y político, es imprescindible enlazar y apuntalar las estrategias nacionales específicas de esa actividad con el contexto internacional vinculante. La tarea de llevar a cabo un denominado Proyecto de Nación desde el Deporte corresponde al Estado por ser el ente articulador de las políticas públicas en los diversos renglones del espectro socio-cultural.
En la presente gestión deportiva, uno de sus principales ejes estratégicos promovidos desde el principio es el “Deporte como Marca País”, cuyo fin es proyectar nuestra imagen y logros deportivos en las competiciones internacionales de alto nivel y profesional.
Una vez más ocurre otro hecho histórico que pone de manifiesto el gran potencial deportivo de la República Dominicana. Nuestro seleccionado de voleibol femenino derrotó al poderoso equipo nacional de los Estados Unidos en cinco sets para conquistar el primer lugar en el Torneo Continental (NORCECA).
Era la segunda vez que las denominadas Reinas del Caribe disponían de la escuadra del Tío Sam, pues también le ganaron en la Copa Mundial de Voleibol 2019, celebrada en Japón, donde las quisqueyanas ocuparon el séptimo lugar con récord de 6-5. Entre sus triunfos más relevantes de este año se destacan contra otras grandes potencias globales como Serbia, Rusia, Brasil, Japón, Holanda y Corea del Sur.
Que un país pequeño, antillano en vías de desarrollo se haya medido de tú a tú con los representantes de naciones del Primer Mundo, ubicándose en la élite de los mejores en el nivel competitivo, es un logro por el que todos los dominicanos debemos sentirnos muy orgullosos y felices, y estar conscientes que somos integrantes de una estirpe especial, y que con dedicación, organización y optimismo podemos alcanzar metas superiores, impulsando un verdadero proyecto de nación desde el deporte.
Para poder materializar un proyecto de esta naturaleza el país debe exhibir autonomía e identidad, aprovechando los mejores valores de la cultura nacional con los valores de los diferentes países y oportunidades de la presente civilización.
Hay que reconocer asimismo, que la República Dominicana tiene en la actualidad la imagen del país mejor cotizado a través de los jugadores criollos en el béisbol de las Grandes Ligas de los Estados Unidos y también ha mejorado sus resultados en el medallero en diversas disciplinas en el deporte de alto nivel regional y continental, con buenas perspectivas a otros niveles.
Para la proyección de la imagen país, el Estado y el sector privado deben cada vez más coordinar acciones en deporte. También han de garantizar que los ciudadanos del país, participen del mercado del deporte sin que jamás la política ponga los principios de mercado por encima de los principios de la educación y el desarrollo humano, sin que el sistema socio-cultural organice la práctica deportiva para favorecer la exclusión y la inequidad.
Una investigación realizada por el Instituto de Estudios Caribeños considera acertadamente, que el Estado debe ser políticamente fuerte, a fin de que a la sociedad le sea posible valorar sus recursos humanos, sus capacidades y propuestas. Un proyecto de nación en deporte requiere de una estrategia de educación ciudadana que contribuya a que cada ciudadano como sujeto individual, como grupo y como nación, logre su desarrollo físico e intelectual y tome conciencia de la importancia de la actividad.
