Muy contento estoy por un premio internacional que acabo de recibir como “El Narrador Deportivo del Año”.
Se trata de los Premios Latinos que se organizan en Nueva York desde hace 20 años.
Como no pude viajar a Nueva York, Félix Jérez, directivo de la premiación, me trajo la “Medalla de Oro” y la recibí el domingo en el estadio Quisqueya.
Al dar a conocer la información, he recibido muchas felicitaciones.
Llevamos una vida rápida, hacemos muchas cosas, y parecería que la gente las olvida pronto.
Pero cuando nos premian, la gente como que se detiene, piensa y dice: “Un premio muy merecido”.
Es tema de debate entre los fanáticos quién o quiénes son los mejores narradores de béisbol.
Y en realidad, no ha sido nunca una meta mía ser el mejor narrador.
Ahora bien, hace cinco años, cuando decidí regresar a la narración, sentí un ligero “Estancamiento” en la narración nacional.
Algo así como narrar por narrar, con algunas excepciones. En tal sentido, me propuse ponerle “picante” a mi estilo de narrar, ser provocador, “chismoso”, “enchinchador”, y eso sube el interés de la pelota.
Sin cuerdas la pelota no se vive igual y eso está demostrado. Pero además de mi estilo chismoso, he podido pegar decenas de frases y ya vamos por 70.
Pero a la gente le encanta también la forma en que mezclo el español con el inglés. Y algo relevante: Yo comparto con los fanáticos, los abrazo, me tiro fotos con ellos, y eso da resultados.