La Procuraduría Especializada de Persecución de la Corrupción Administrativa (PEPCA) fue apoderada hoy de una querella contra el exdirector del Laboratorio Químico Dominicano (Laboquidom), Mauricio Dimitro Espinosa Rodríguez, por malversación y abuso de confianza agravado al Estado dominicano.
En la querella presentada por el actual administrador de Laboquidom, Nicolás Augusto Polanco, y el presidente del Consejo, Osmar Antonio Olivo, a través de sus abogados también figuran exservidores de la institución, Teresita de Jesús (asistente y gerente administrativo), y Johanna Peña (cajera), ocasionando pérdidas materiales directas de 200 millones de pesos.
Indicaron en el documento depositado ante la Pepca que durante la gestión de Espinosa Rodríguez fueron realizados:
- Pagos sin soportes
- Manejo amañado de zona mayorista para el manejo de comisiones
- Recepción de cobros en efectivo sin registros contables
- Violación de todos los procedimientos internos de control
- Pago de empleados de sus empresas particulares con los recursos de Laboquidom
- Simulación de desahucios y despidos sin que el empleado desahuciado o despedido haya recibido sus prestaciones en los años 2018 y 2019
Por hechos, las actuales autoridades del Laboratorio Químico reclaman 250 millones como como reparación a los daños y perjuicios ocasionados a la institución.
En la querella presentada por los abogados Jorge Lora Castillo, José Stalin Almonte y Jorge Graciany Lora Olivares, solicitaron como medida de coerción prisión preventiva para evitar el peligro de fuga de Espinoza Rodríguez y contra los posibles cómplices que resulten luego de la realización de investigación del órgano persecutor.
El documento establece que Espinoza Rodríguez, de manera concomitante, manejaba la empresa Comercial Villa Farma S.R.L. a través de su madre y su hermano Mauricio Benjamín Espinosa Cabral y Bibiana Cabral Anazagatis.
«Luego de auditorías internas y externas, la dirección actual se ha percatado que Espinosa Rodríguez, manejó la empresa como si fuera una compañía en la cual era este, el único accionista, comprometiendo el patrimonio societario creando pasivos para la empresa, en su único y propio beneficio, incluso, llegando a utilizar los bienes, empleados, dineros, y vehículos de LABOQUIDOM para su particular beneficio y el beneficio de la empresa que este gestiona paralela de manera privada».
«Se pagaba su seguro internacional de salud por valor de 2,775 dólares equivalente a 158 mil pesos de la empresa, ordenaba la fabricación de maquilas y confección de productos pagados por la empresa, y que iban a parar a los almacenes de su empresa privada y particular».
Además, «cobraba comisiones a terceros, realizaba distracciones de los fondos de caja chica, realizaba cobros de cuentas en efectivo, y no los consignaba con entradas de caja y banco».
Espinosa Rodríguez, mientras era administrador de la empresa Laboquidom mantuvo concomitantemente la gestión y administración de un laboratorio privado, paralelo, el cual utilizaba los empleados, materia prima, vehículos, planta física, combustible y todo lo que implica este tipo de operación para suplir, transportar, vender y comercializar estos productos a través de una empresa denominada DISMECA, asociándose con esta para apropiarse de cuentas por cobrar y obtener beneficios. Dejó una cuenta por cobrar, que este mismo denominó «incobrable¨ por la suma RD$544,271.88.
Según las indagatorias de la gestión actual, en el local donde operaba la indicada empresa DISMECA, en la actualidad opera una denominada VILLA FARMA, de la cual el señor Espinosa Rodríguez, figura como accionista. Bajo el mismo modus operandi, con el supuesto de promoción y mercadeo de Laboquidom, ordenó la fabricación y ensamblaje de 24,808 frascos de manitas limpias, en fecha 20 del mes de mayo del año 2020, siendo elaboradas y fabricadas en fecha 12 de junio del año 2020.