El presidente chileno, Sebastián Piñera, anunció hoy que solicitó la renuncia de todo su gabinete ministerial y dijo que analiza levantar los estados de emergencia que rigen en el país desde hace nueve días, en los que un estallido social con inéditas manifestaciones de millones que piden mejoras sociales profundas han causado 20 muertos.
El anuncio se produjo horas después que 1,2 millones de chilenos se manifestaron en una céntrica plaza de la capital chilena, y de que decenas de miles más se movilizaran en ciudades del norte y sur del país.
“La marcha que todos vimos ayer fue una marcha multitudinaria y pacífica… todos hemos escuchado el mensaje, todos hemos cambiado», afirmó Piñera desde el palacio de gobierno.
Agregó que solicitó a todos sus ministros que ofrezcan sus renuncias, “para poder estructurar un nuevo gabinete, para enfrentar estas nuevas demandas y hacernos cargo de los nuevos tiempos».
Políticos oficialistas y de oposición, incluso algunos alcaldes de centroderecha, demandaban un cambio ministerial para tratar de restablecer la minada credibilidad del gobierno.
Algunos, como el ministro del Interior, Andrés Chadwick, están entre los más polémicos, porque de él depende la policía que disolvió violentamente varias protestas.
“No basta sólo con un cambio de gabinete ni con los anuncios… la agenda es insuficiente», dijo el diputado izquierdista Gabriel Boric.
El violento estallido social, que siguió a protestas de estudiante contra un alza tarifaria en el subterráneo, derivó en protestas nunca vistas en Chile, ni siquiera en los últimos años de la sangrienta dictadura militar de Augusto Pinochet (1973-1990).
Los manifestantes piden mejores pensiones, salarios, educación, viviendas, así como peajes y medicamentos más baratos, entre muchas otras demandas. A comienzos de semana el mandatario anunció una serie de proyectos que incluyen un aumento del 20% en las pensiones y del 16% en los ingresos mínimos.
También contempla aplicar rebajas en medicamentos —que en Chile son de los más altos en la región— y reducir los altos ingresos de los parlamentarios. Un diputado recibe, entre dieta y asignaciones, 27.000 dólares mensuales y un senador 44.000 dólares.
Los anuncios del mandatario no han logrado hasta ahora frenar las protestas. Para la jornada del sábado hubo múltiples convocatorias en redes sociales a movilizarse.
René Ortiz, un estudiante que temprano esperaba un transporte público para dirigirse al centro de la ciudad, dijo a The Associated Press: «marché ayer y hoy (sábado) voy a ayudar a limpiar la basura que se acumuló», en la céntrica plaza capitalina, escenario de la mayor protesta en la historia de Chile.
Su compañero, Andrés Villarroel, declaró: “yo también voy a limpiar, pero voy a aprovechar y quedarme para protestar de nuevo».
Hasta el sábado la mayor parte del país estaba bajo estado de emergencia y con toque de queda. Piñera dijo que “si las circunstancias lo permiten es mi intención levantar todos los estados de emergencia» a partir de la medianoche del domingo.