El presidente Danilo Medina observó hoy el nuevo Código Penal aprobado por el Congreso, en el aspecto de la penalización absoluta y sin excepción alguna de la interrupción voluntaria del embarazado.
«Con el debido respeto, deseo expresarles mis consideraciones al respecto, así como exponer las razones que me llevaron a observar esta nueva legislación tal como ha sido aprobada por las cámaras legislativas», señala la comunicación enviada al presidente del Senado, Reinaldo Pared Pérez, Medina dijo.
En sus motivaciones, el jefe del Estado citó que aunque está plenamente identificado con el artículo 37 de la Constitución que dice: «El derecho a la vida es inviolable desde la concepción hasta la muerte. No podrá establecerse, pronunciarse ni aplicarse, en ningún caso, la pena de muerte»; como Presidente no puede ignorar casos que derivan en situaciones extremas.
«Como presidente de la República no puedo dejar de plantearme qué hacer ante situaciones extremas que afectan seriamente la dignidad y la propia vida de la mujer cuando se trata de ciertas circunstancias excepcionales que requieren un tratamiento diferente» señaló.
Sostuvo que el fundamento de la Constitución dominicana es el respeto a la dignidad humana; además de que la misma contiene valores, principios y normas que hay que interpretar de manera integral.
«Desde esa perspectiva, en mi humilde entender es no solo perfectamente constitucional, sino cónsono con los valores predominantes en la sociedad dominicana, el establecimiento de una excepciones a la penalización del aborto cuando la vida de la madre corra peligro, cuando el embarazo fuese el resultado de una violación o incesto, o cuando se determinase clínicamente que el feto contiene una malformación que haga inviable la vida del concebido», resaltó.
Agregó que en estos casos, «se trata de circunstancias extremas, lamentables, pero que ocurren en la vida diaria, a lo cual nosotros, como representantes legítimos del pueblo, debemos dar respuestas de conformidad con el Constitución y con nuestros propios valores».
Medina aclaró que estas observaciones no tienen como finalidad imponerle a la mujer embarazada en tales circunstancias extremas la obligación de elegir la interrupción del embarazo, sino permitirle en condiciones de salubridad y seguridad para su vida, decidir sin temor de que la sanción penal se añada a la tragedia que ya ha tendido que vivir.