A las 7:23 de la noche, vestido con traje negro, corbata gris plomo y camisa blanca, el presidente Luis Abinader arribó a la Sala de la Restauración del Gran Teatro del Cibao y fue recibido con una ovación de pie.
A las 7:27, después de escuchar Himno Nacional y rodeado por jóvenes emprendedores, el presidente inició su discurso de rendición de cuentas, por motivo del 159 aniversario de la Restauración de la República, el cual se extendió por 50 minutos.
Fue aplaudido al menos 50 veces por los presentes. Entre el público se encontraban la vicepresidenta Raquel Peña y la primera dama Raquel Arbaje. Al final de la alocución del mandatario ambas subieron al escenario a felicitarlo.
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En la multitud se alcanzaron a ver algunos ministros y directores generales del gobierno, líderes empresariales y dirigentes comunitarios. La sala principal del Gran Teatro Cibao, que sustituyó el Monumento a los Héroes de la Restauración debido a las lluvias, resultó pequeña.
Los gritos de la reelección presidencial que se escuchaban desde antes de iniciar el acto no faltaron en pleno escenario. Cuatro años más se escuchaba en coro.
Decenas no pudieron ingresar a la actividad, lo que provocó un descontento entre la multitud que tenía planes de ver al mandatario cara a cara.
El acondicionador de aire volvió a fallar en el Gran Teatro del Cibao, pero la gente soportó el calor casi una hora entre aplausos.
Tras concluir el acto, los funcionarios y líderes empresariales presentes resaltaron el discurso del presidente Abinader, el cual calificaron de emotivo y esperanzador.