Aurum Gavia había denunciado al presunto asesino del ministro
El permiso medioambiental que la empresa Aurum Gavia S.A. para exportar cinco mil toneladas de baterías usadas todavía está en espera de aprobación. En el año 2020 depositaron los papeles para que el Ministerio de Medio Ambiente y Recursos Naturales le conceda la licencia.
Luego, el viceministro de dicha entidad emitió la devolución del permiso.
Más tarde, un allegado a los dueños de la compañía, Moise Tschane y Shlomi Pilo, le recomendó a un hombre para que le gestionara los permisos con el Ministerio de Medio Ambiente. Se trata del hoy imputado por asesinato Miguel Cruz, amigo de infancia del fallecido ministro Orlando Jorge Mera.
De acuerdo a un reporte presentado por la periodista Alicia Ortega, Cruz se presentó a los empresarios Tschane y Milo como el asistente de Jorge Mera y con mucha influencia en Medio Ambiente, ya que, según manifestaron los negociantes, el acusado por el Ministerio Público por matar al funcionario se vendió como una persona de suma confianza del ministro.
«Era amigo (de Jorge Mera) desde hace años, nos aseguró. Nos mostró fotos con el ministro y nos dijo que podía conseguir el permiso pero que debíamos presentarle el proyecto al mismo ministro, y dijimos, ok, no hay problemas», contó Pilo a Ortega.
Más adelante, Cruz gestionó una cita en Medio Ambiente con Jorge Mera, los empresarios y él. Cuando llegaron a las instalaciones de Medio Ambiente el trato de Cruz hacia los comerciantes fue preferencial, a tal punto que unos guardias le custodiaron y le parquearon el vehículo en el que llegaron al Ministerio.
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Pilo contó a la periodista que cuando ingresaron al edificio la seguridad no los requisó, «sin identificación y sin detector (de metales)».
Luego, durante la reunión, contaron que abordaron cómo se maneja el negocio de las baterías en comparación con el sistema suizo e israelí. «Fue muy interesante hasta que llegamos a las discusiones sobre la materia prima». Le explicaron el proyecto a Jorge Mera.
Indicaron que el ministro los refirió al departamento Legal para revisar las implicaciones de dicho proyecto. Los empresaron acotaron que el acuerdo con Cruz era sólo de seguimiento.
«El documento está en Medio Ambiente, no necesitamos nada de ti porque el documento está en Medio Ambiente», narró Tschane. Luego, Cruz le mostró su interés en invertir dinero en la compañía y ayudar el permiso medioambiental, a lo que el empresario le manifestó que busque capital y la licencia para ver si entraban en negocio.
Sin embargo, entre septiembre del año pasado y enero de este año Cruz no apareció y no respondía llamadas. A todo esto, la Aurum Gavia decidió gestionar los permisos vía técnicos recomendados por Medio Ambiente.
Con el propósito de conseguir el permiso, la compañía rentó un terreno en Hato Nuevo para el negocio en una primera etapa y luego en una segunda importar las baterías, con una inversión total de dos millones de dólares.
«Me escribe después en seis meses», dice Tschane sobre Cruz, quien le manifestó que había conseguido la licencia y lo chantejeó para que lo dejaran ser socio o le cancelaba el permiso medioambiental.
«Le digo: no me interesa Miguel trabajar así con ustedes, tú estás fuera», dijo Tschane, quien añadió que Cruz se fue molesto pero volvió con otra carpeta para buscar ser socio de la empresa.
Los empresarios acotaron que hace unas tres semanas manifestaron a un alto funcionario del Gobierno los problemas que tuvieron Cruz. Aseguraron que no depositaron dinero al acusado de asesinato y que defenderán su empresa en cualquier escenario.