Aunque los fundamentos para lograr una buena redacción periodística en cuanto a contenido, claridad y estructuración tienen elementos comunes que rigen perfectamente para cualquier medio impreso o audiovisual, hay técnicas y diferencias que se deben tomar en cuenta dependiendo del tipo de canal de difusión que se emplee.
Por ejemplo, en sentido general, la prosa en periódicos y revistas ofrece mejores posibilidades de elaboración con respecto a los noticieros de radio y televisión, donde la presión y el trabajo contra el reloj imponen un ritmo en que hay que pensar rápido y sin mucho tiempo para replanteamientos.
Con los requerimientos de la multimedia, los reporteros de medios audiovisuales que quieren escribir para periódicos impresos o digitales, deben tener en cuenta que el concepto no se limita a ampliar la información con “background” y datos adicionales a los consignados en la historia difundida en los noticieros. En otras palabras, no se trata de una cuestión meramente cuantitativa.
En consecuencia, es fundamental que el reportero que ha cubierto para la televisión o la radio gestione y obtenga datos diferenciados que le permitan enfocar un ángulo novedoso y de mayor trascendencia a los asuntos conocidos y tratados en una fase preliminar y que busca luego dar mayor profundidad o dimensión en un periódico.
Si este crucial aspecto recibe poca atención o es ignorado por completo, para el diario o el portal en Internet no se puede esperar mayor cambio de enfoque o contenido y, por tanto, la información se expone entonces a quedar solo ampliada y con poca, escasa o nula diferencia con respecto al adelanto ofrecido por el portal, urgido por la inmediatez y los requerimientos de las redes sociales.
El vital punto diferenciador tiene que ser obtenido durante el proceso en que el reportero está cubriendo la información y para identificarlo previamente y gestionarlo con preguntas e indagatorias sobre el terreno, es indispensable que el periodista esté bien documentado sobre el tema, a fin de evitar que aborde como nuevo algo que ya ha sido tratado con anterioridad. A veces in sito este punto puede aflorar e incluso relevar al originalmente pensado o trazado.
A partir de la agenda y del tema especial acordado, el personal de la web puede colaborar preparando un detallado “background”, lo que facilitará la labor del reportero que preparará la información con las características citadas, luego de la historia estructurada con el formato propio de la televisión o del periodismo radiofónico, que se caracteriza por párrafos cortos y textos más reducidos.
Se debe evitar incurrir en el supuesto de que los receptores de la información conocen todos los datos sobre la génesis, desarrollo e historial del tema en cuestión y por eso es fundamenta incluir en el cuerpo de la noticia los antecedentes básicos que contextualizan el hecho noticioso y que contribuyen a explicar elementos que le rodean, además de darles importancia y significación.
Otro recurso diferenciador que se puede utilizar en la web como insumo enriquecedor en el texto y la prosa es la descripción con detalles puntuales sobre situaciones que se producen y que le dan color y amenidad al relato noticioso y para lograrlo el reportero debe llevar apuntes y no estar únicamente sujeto o condicionado a la memoria.
El trabajo en las redacciones pudiera ser más fluido y evitar muchos atrasos y enojos si se observara este punto consignado en el manual de estilo del periódico El País: Todo redactor tiene la obligación de releer y corregir sus propios originales cuando los escribe en la Redacción o los transmite por algún instrumento. La primera responsabilidad de las erratas y equivocaciones es de quien las introduce en el texto, y sólo en segundo lugar, del editor encargado de revisarlo.