Privatización, apagones, ¿más o menos?

Privatización, apagones, ¿más o menos?

Los dominicanos venimos desde hace muchos años sufriendo falta de energía eléctrica, porque la oferta se quedó detrás de la demanda. No fue por falta de planes de expansión, tengo entendido que la Stone & Webster los presentó en su momento, otros siguieron, sin embargo, las generadoras no fueron construidas en los tiempos especificados y si la memoria no me falla, los primeros apagones, aunque breves, ocurrieron en los años sesenta del pasado siglo.
Supongo que todos estamos conscientes de que la energía eléctrica es primordial para alcanzar mejores niveles de vida, en consecuencia, la reducción de los apagones resulta fundamental; unos piensan que para lograrlo es necesario privatizar las diferentes áreas que componen el negocio, mientras otros lo ven como un servicio público estratégico que debe estar en manos del Estado dominicano.
Los que proponen la privatización lógicamente consideran que a mayor grado de privatización mejor servicio en general. El país tiene experiencia de privatización y no ha sido convencido plenamente de sus virtudes, de ahí las dificultades que surgen para extender el ámbito de ésa.
En la acera de enfrente se encuentran los que defienden la participación independiente del Estado en la producción y manejo de este insumo estratégico, en este aspecto, también tenemos una experiencia a la que se alude para señalar que aunque teníamos apagones, los gastos del Gobierno dominicano eran menores.
Así se establecen dos escuelas, los privatizadores y los estatizadores, la polémica continúa sin que se llegue a un acuerdo. Si usamos un poco de conceptos matemáticos quizá podremos iluminar el problema y darnos cuenta del porqué de la discrepancia.
Ambos grupos: privatizadores y estatizadores, enfocan el tema linealmente; a mayor privatización mejor servicio, los otros piensan igual a mayor estatización menos apagones. Ambos grupos ven el asunto linealmente, como escalar una recta pero el problema no es lineal, su representación gráfica, en coordenadas cartesianas, es una curva que alcanza un máximo y luego disminuye, lo que sugiere entre otras cosas, que podrían faltar otras variables.
La representación curva significa que dependiendo dónde estemos en la curva un aumento de privatización puede disminuir o no los apagones, igualmente ocurre para los aumentos de estatización. Actualmente tenemos una combinación de mixtas, privadas y estatales, pero resulta que las mixtas se comportan como privadas aunque el Gobierno tenga mayoría accionaria, por tanto, solamente existen dos grupos las mixtas-privadas y las estatales, estas últimas se circunscriben fundamentalmente a las hidroeléctricas cuyo peso específico para satisfacer la demanda es pequeño en el negocio eléctrico, solo el 15%. Por tanto. El grupo mixtas-privadas domina en la toma de decisiones. Dado el planteamiento actual del problema, el máximo de la curva corresponde a una combinación de mixtas-privadas y estatales.
¿Por qué la privatización es efectiva en algunos países? Porque sus instituciones son sólidas con criterios para el bienestar del consumidor. A mi juicio, la gran variable que falta se refiere a la fortaleza de las instituciones reguladoras, sin ella no es posible hacer que la privatización funcione bien, esta variable es difícil de controlar en el país.
En esta circunstancias, parece que el esquema funcional adecuado sería una combinación porcentual de privadas, mixtas-privadas y estatales. Estableciendo los porcentajes de producción de las estatales con suficiente peso de forma que el Gobierno pueda evitar imposiciones de la empresa privada.

El planteamiento estadístico de cero apagones arroja que solamente se logran con una capacidad instalada significativamente mayor que la demanda máxima, dependiendo de las hipótesis de mantenimiento y crecimiento que se supongan. Ejemplos sencillos los vemos cada día en los edificios multipisos en los que se instalan: dos bombas, dos plantas de emergencia, dos ascensores.

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