El procurador general de la República, Francisco Domínguez Brito, reconoció ayer que el Ministerio Público es indivisible, empero, aclaró que el procurador general traza las líneas a seguir y, en el caso que envuelve a la reclusa Sobeida Félix Morel, las líneas han sido claras en la Corte de San Cristóbal.
El magistrado dijo que la República Dominicana no puede tener tolerancia alguna con el narcotráfico y la línea del Ministerio Público es que en todos los casos deben ser lo más fuertes posible.
Cuestionado sobre si los mencionados por Félix Morel en sus declaraciones serán llamados por la Procuraduría o la Fiscalía, Domínguez Brito reiteró que el caso tiene la particularidad de que la parte principal se está siguiendo en Puerto Rico y las decisiones se deben tomar en conjunto.
Gravedad. A juicio del magistrado, la gravedad del tema es la complicidad de organismos policiales o militares de alto rango con el narcotráfico.
Es imperdonable e injustificable y la complicidad de policías y militares de bajo rango con el microtráfico, son dos cuestiones que para nosotros resultan inadmisibles y que también tenemos que combatir y que no podemos permitir, expresó.
Cuestionado sobre si el no cumplimiento del acuerdo dificultará negociaciones futuras con otros imputados, Domínguez Brito dijo que a lo único que le teme el Ministerio Público es a que las instituciones no sean lo suficientemente sólidas y fuertes para ser implacables con el narcotráfico.
El Ministerio Público está preparado para cualquier batalla contra el crimen organizado y pase lo que pase haremos lo que tengamos que hacer, subrayó.
Habló tras participar en una reunión de la Comisión de Reforma Policial en el salón Los Trinitarios del Palacio Nacional, junto al ministro de la Presidencia, Gustavo Montalvo; el jefe de la Policía Nacional, José Polanco Gómez; el ministro de interior y Policía, José Ramón Fadul y el vicepresidente ejecutivo de la Fundación Institucionalidad y Justicia (Finjus) Servio Tulio Castaños Guzmán.