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QUITO (AFP).- El malestar social en Ecuador amenaza con desbordarse tras las protestas estudiantiles en Quito, el llamado indígena a un levantamiento popular y las advertencias de huelga de varios sectores, lo que configura un difícil comienzo de año para el debilitado gobierno de Alfredo Palacio.
La calma que reinaba desde abril, cuando una revuelta forzó la destitución del ex presidente Lucio Gutiérrez, empezó a desmoronarse el pasado jueves con las manifestaciones de los escolares contra la negociación de un Tratado de Libre Comercio (TLC) con Estados Unidos.
Con el paso de los días, la protesta ha aumentado en beligerancia e involucrado nuevos reclamos como la expulsión del país de la petrolera estadounidense Occidental (Oxy) y el rechazo a un aumento de las tarifas de transporte.
El miércoles decenas de alumnos entre los 10 y 25 años se enfrentaron por segundo día con la Policía en el centro de Quito, al tiempo que amenazaron con extender las medidas a todo el país si Palacio accede al pedido de alza de un 40% (de 25 a 35 centavos de dólar) de los transportistas. Los choques dejan cinco heridos, incluidos un camarógrafo y un uniformado, y cuatro detenidos, según reportes suministrados a la AFP por la Policía y la Cruz Roja.
Nos están reprimiendo brutalmente. Los estudiantes son detenidos, arrastrados incluso atacados con balas de goma, denunció Andrés Quishpe, presidente de la Federación de Estudiantes Secundarios del Ecuador (FESE).
Por su parte el ministro de Gobierno (Interior), Alfredo Castillo, descartó un aumento de las tarifas y dijo que el tema sólo será analizado sobre la base de un estudio técnico que podría tardar meses.
Además de las protestas estudiantiles, el Ejecutivo enfrenta el descontento de los indígenas, que llamaron el martes a un levantamiento popular contra el TLC que Ecuador negocia con Estados Unidos, el Congreso y el presidente Palacio, a quien le endilgan el fracaso de la propuesta de una Asamblea Constituyente para una profunda reforma política.
Nos mantenemos en la posición de que se vayan todos: presidente, congresistas… para que pueda convocarse a una Constituyente que incluya una pregunta sobre si el pueblo quiere un TLC que desfavorece a la mayoría, expresó Luis Macas, máximo dirigente de la Confederación de Nacionalidades Indígenas (CONAIE).
Macas exigió igualmente un juicio político por traición contra Palacio en caso de que suscriba el acuerdo comercial con Estados Unidos, en cuya negociación Ecuador participa junto con Colombia.
Vamos a estar en las calles. Es nuestro compromiso de lucha. Hacemos un llamado a que se sumen todos los ecuatorianos porque esto no sólo afecta al movimiento indígena, sostuvo.
A la paralización en colegios y algunas universidades también podría sumarse la del transporte interprovincial la próxima semana.
Los empresarios del sector planean interrumpir labores en rechazo a una medida que les impide circular dentro de las ciudades, lo que ha ocasionado una disminución de la demanda, según Edie Pazmiño, presidente de la Federación de Transportistas Interprovinciales.
Los múltiples reclamos configuran un difícil panorama para Palacio de cara a los once meses que le restan en el poder. El mandatario gobierna sin el apoyo del Congreso y con una popularidad en franco deterioro, según un estudio de la empresa Cedatos que le atribuye un 21% de respaldo.
Su margen de maniobra también se ha reducido progresivamente a causa del hundimiento de su plan para reformar el Estado a través de una Constituyente, a cuya convocatoria renunció presionado por la férrea negativa de los diputados.
