Las pruebas de estrés realizadas a las entidades de intermediación financiera revelan que la mayoría de las entidades cuentan con niveles apropiados de suficiencia patrimonial para absorber las posibles pérdidas económicas que puedan derivarse de la ocurrencia de distintos escenarios de riesgo de crédito, tipo de cambio, tasas de interés y liquidez, por lo que no hay evidencia de vulnerabilidades significativas que puedan conducir a la disolución de entidades financieras de importancia sistémica en la economía dominicana.
Así lo establece el informe del Banco Central de la República Dominicana (BCRD) sobre estabilidad financiera a septiembre 2024 y cierre de 2023, el cual también aborda las perspectivas del sector financiero de la economía dominicana hacia el 2025.
Al presentar los informes, el gobernador del BCRD, Héctor Valdez Albizu, explicó que los análisis de estabilidad financiera contenidos en el informe indican que no hay evidencia de riesgos macrofinancieros significativos que puedan comprometer la provisión de servicios financieros en el corto plazo en la economía dominicana.
Los ejercicios de pruebas de liquidez evidencian que las entidades de intermediación financiera mantienen activos líquidos suficientes para enfrentar retiros sostenidos de los pasivos exigibles.
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El informe agrega que las entidades de intermediación financiera, principal segmento del mercado financiero, exhibieron un crecimiento anual de sus activos de 10.3 % en 2024, para alcanzar el 51.7 % del producto interno bruto (PIB), impulsado por el dinamismo del crédito, que mostró un aumento de 12.2 % en ese mismo año.
El crecimiento descrito en los activos estuvo acompañado de una expansión saludable del patrimonio neto de las entidades de intermediación, en el orden de 14.8 % anual, para alcanzar el 6.3 % del PIB en 2024.
Como consecuencia de lo anterior, la mayor confianza del público en la estabilidad del sistema financiero se reflejó en el crecimiento de los pasivos, que alcanzaron el 45.4 % del PIB, como resultado del aumento de los depósitos del público en un 9.4 % al cierre de 2024.
Los ejercicios sugieren que el índice de morosidad se ubicaría en torno al 1.5% en 2025, manteniéndose estable en torno a este valor en 2026.
A su vez, aún en escenarios económicos muy adversos, el índice de morosidad mostraría una rápida normalización y el indicador de solvencia se sostendría por encima del nivel mínimo requerido de 10 % conforme a las disposiciones de la Ley 183-02 Monetaria y Financiera, reflejando la resiliencia de la economía dominicana en su conjunto y la fortaleza del sistema financiero.