La psicóloga Miriam Fondeur mostró preocupación por la cantidad de casos de violencia sexual, a menores de edad, que se presentan continuamente en consulta.
Dijo también que a terapia acuden adultos que desean tratar este tema después de tanto tiempo, que les afecta, pero que necesitan trabajar el perdón.
Hizo un llamado a los padres a prestar atención al personal de servicio de los hogares, ya que muchos niños que están en terapia son víctimas de estos empleados.
La también directora de la carrera de psicología clínica de la Universidad Federico Henríquez y Carvajal (UFHEC), aclaró que los padres en algunos casos, creen en el menor cuando les comunica que fueron víctimas de estas acciones, pero esto no es frecuente.
Fondeur, expresó que el problema en este tipo de situaciones es la amenaza que realiza el victimario, que es lo que impide que el menor hable y que la mayoría de estos abusos vienen de personas cercanas, puntualizó la especialista en conducta.
La psicóloga explicó que las víctimas de abuso sexual, poseen una alta probabilidad de padecer trastornos emocionales, como son la depresión, ansiedad sobre todo cuando se recuerda el evento, baja autoestima o problemas en las relaciones sexuales.
«Lo más importante es hablarle a los niños con claridad, acerca de los riesgos que nos rodean, brindarles confianza».
Exhortó a los padres a estar pendientes de las salidas al parque o casas de amiguitos. «Eso es determinante, saber a dónde van, quiénes son esas personas que van a recibir a nuestros hijos».
Manifestó que es importante hablarles de las partes de su cuerpo, decirles, por ejemplo, que nadie puede tomar fotos de sus zonas íntimas.
Miriam Fondeur, dijo que es preocupante el seguimiento que se le da en el país a los casos de violencia sexual.
«Hay madres que por un acuerdo económico dejan el caso así, y lo que crean en el niño o niña es un sentimiento de culpa hacia ella, de rencor».
«Y eso es lo que nosotros, lamentablemente vemos con frecuencia, que una mamá para que le den dinero para un vehículo, una cirugía o una casa, vende la integridad de su hijo», aclaró la terapeuta.