Pueblo habló: votando y absteniéndose

Pueblo habló: votando y absteniéndose

Guillermo Caram 

Sostenibilidad y perfeccionamiento de nuestra democracia, requieren escuchar la voz del 54% del pueblo que habló votando y del 46% absteniéndose.

Los que votaron dijeron claramente que Abinader debería continuar y que Leonel debería asumir el liderazgo opositor hasta ahora difuso.

Sancionaron al PLD por gestión pasada y por seguir inventando candidatos presidenciales improvisados para satisfacer caprichosos intereses de su liderazgo.

Esto, junto a votación del PRD Y PRSC inferior al 1% c/u, apunta a la extinción del actual sistema de partidos.

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Uno nuevo alrededor del PRM y FP se otea. El espejismo de partidos “emergentes” quedó nuevamente evidenciado. Los que obtuvieron votación significativa lo hicieron por alianzas. Salvo “El Cobrador”, ningún candidato propio obtuvo 1%.

Algunos nunca han concurrido solos en alguna elección. Siempre aliados. Sin embargo, opinan cotidiana y radicalmente. Consumen dinero público. Encarecen elecciones. Hacen confuso votar al tener que imprimir boletas comprimiendo 33 imágenes de candidatos, haciéndolos irreconocibles.

Resulta imperativo corregir estas picardías.

La abstención obliga a partidos indagar qué sucedió y actuar en consecuencia. En qué medida desmotivaron concurrir a votar. Obliga evaluar actuaciones de la JCE para hacerles cumplir obligaciones instituidas constitucionalmente.

Las responsabilidades de los partidos según nuestra Constitución (art. 216) establecen: “respeto a… democracia interna” desplazando anquilosamientos dirigenciales, promover “participación de ciudadanos” en lugar de abstención pagando por no votar, “servir al interés nacional” y “bienestar colectivo”.

La picardía y abstención obliga evaluar si la JCE hizo uso pleno de su facultad reglamentaria establecidas en nuestra constitución (art. 212).

Consideramos que fue tímida y permisiva frente al transfuguismo preelectoral, comercialización del voto, incluyendo pago por voto omiso, proselitismo en mesas y derroche de recursos, contribuyendo a ello al proveerle a los partidos mas recursos públicos.

Ahora que se otea un nuevo sistema de partidos requiérese internalizar estas situaciones emanadas tanto de los que votaron como de los que no; sometiéndose rigurosa y celosamente a exigencias constitucionales: a los partidos para que cumplan sus obligaciones y la JCE que use plenamente sus facultades reglamentarias.