El programa chino de la Franja y la Ruta de la Seda del Siglo XXI, persistentemente confirma su realidad y relevancia en Asia, África, América Latina y hasta en Europa. Su incidencia en la construcción de infraestructuras de impacto estratégico es impresionante. Su última manifestación fue la inauguración del puerto peruano de Chancay, emblemático y estratégico, expresión del aporte chino a un desarrollo intenso y extenso con Latinoamérica. Conjuntamente fue inaugurado por Xi Jinping y la presidenta peruana Dina Boluarte.
Un gigantesco complejo marítimo portuario que comprende 15 muelles de hasta 1500 metros, servicios logísticos con un túnel de dos kilómetros de largo para facilitar la salida de la carga. Cuenta con grúas especializadas de hasta 90 metros de altura que operan automáticamente desde un programa virtual con soporte de 40 vehículos autónomos.
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La construcción fue liderada por la empresa estatal china Cosco Shipping Company, dedicada al transporte marítimo, con una inversión de 3400 millones de dólares. Perú dispone ahora del primer puerto inteligente de Sudamérica. Podrán atracar en él los enormes buques Post Panamx Plus capaces de transportar más de 24000 contenedores. Cosco posee el 60% de las acciones y la minera peruana Volcán el 40%.
Para Perú significa una reducción superior al 20% del costo operacional. El puerto y sus centros
logísticos aportarán a la economía nacional ingresos anuales de 4500 millones de dólares equivalentes al 1,8% del PIB. Además, generará 8 mil empleos directos. El mega puerto posiciona a Perú como primer centro logístico de Sudamérica atrayendo grandes inversiones. China se refuerza como principal socio comercial y mercado de exportación. En un artículo publicado por el diario El Peruano Xi Jinping lo calificó como “otro proyecto exitoso de la cooperación chino-peruana”, con el que el país “podrá establecer un paradigma de conectividad multidimensional, diversificado y eficiente que comunica el litoral y el interior del país”.
Para América Latina, igualmente, el líder chino prevé el puerto se convierta en “punto de partida para forjar un nuevo corredor” entre China y el continente incrementando las oportunidades de comercio. Beijing es desde hace varios años el mayor socio comercial de la región. El puerto será punto de partida de un corredor tierra-mar entre China y Latinoamérica, entre Shanghái y Chancay. Se ampliará la “conectividad dura”.
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