POR JOE STRAUSS
CHICAGO.- El lunes en la noche perdieron la compostura. El martes en la tarde, los Cachorros de Chicago perdieron una ventaja de seis carreras, a su cerrador y su dignidad. Y ayer perdieron el contacto con los Cardenales, un equipo que a pesar de todo lo que se ha dicho, está dominando en la División Central.
Una serie corta que comenzó con el abridor de los Cachorros, Carlos Zambrano golpeando al jardinero central Jim Edmonds, terminó el martes con Albert Pujols pegando cinco hits y tres jonrones contra un equipo de pitcheo que no lo pudo contener.
Sucedió en el momento correcto, dentro de la división en nuestro último juego contra los Cachorros, dijo Pujols. Saltamos de vuelta al juego. Una vez que llegamos a nuestro bullpen, supimos que teníamos la oportunidad de ganar.
El primer jonrón de tres carreras de la meteórica carrera de Pujols completó el mayor regreso de los Cardenales desde el 28 de julio del 2002, otra apertura de Matt Morris, cuando los Pájaros Rojos vinieron de atrás para vencer a los Cachorros 10-9.
El primer jonrón de Pujols cortó el deficit a 7-2 contra Glen Rusch. Su segundo fue contra Kyle Farnsworth, en el séptimo, para poner el partido 8-7.
Después los Cardenales lo empataron en el octavo cuando el jardinero izquierdo So Taguchi le conectó a Farnsworth. El tercero fue en el noveno para su 27mo. bambinazo de la temporada.
Sabía que tenía que batear la bola, pero al mismo tiempo solo quería hacer un buen swing, dijo Pujols, quien aumentó su promedio a .322 y su total de empujadas a 70.
Me puso un lanzamiento ahí mismo. Uno solo trata de darle con la masa. Nos dio resultados. Desde que le conecté, sabía que se había ido del parque.
Añadió Pujols: Uno no puede dar nada por sentado. Tenemos que seguir presionando y ganando.
Un poco opacado por el antesalista Scott Rolen y el pitcheo del equipo, Pujols ha sufrido una reducción en sus empujadas mientras batea consistentemente de tercero.
Aún así, aquellos que rodean al dominicano ven a un jugador que se siente bien recibiendo una transferencia o robándose una base. Un partido que Pujols llamó el mejor de sus cuatro años de carrera fue el primero desde el 18 de mayo del 2000 en el que un pelotero de San Luis (Mark McGwire) pega tres jonrones.
Lo mejor de Albert es que juega para ganar, dijo La Russa. Está jugando para un anillo para él, sus compañeros y los fanáticos de los Cardenales. Eso es lo que más admiro de él. Nada queda segundo. El jugador de verdad es el que deja que los números, estadísticas y el dinero lleguen. Eso es lo que él hace.
Pujols dijo que el jonrón más importante del juego fue el de So Taguchi.
Versión (Dionisio Soldevila Brea).