MOSCÚ. En un nuevo documental, el presidente ruso Vladimir Putin dijo que hace cuatro años aprobó un plan para derribar un avión de pasajeros que había sido secuestrado.
Un hombre ucraniano intentó secuestrar un vuelo con destino a Turquía y exigió que se dirigiera a Sochi, donde estaban a punto de comenzar los Juegos Olímpicos de Invierno en febrero de 2014.
En lugar de ello, el piloto engañó al hombre, quien estaba borracho y mintió al decir que tenía una bomba, y aterrizó en Estambul. Las autoridades dieron crédito al piloto y a la tripulación por convencer al hombre de 45 años de que estaban siguiendo sus instrucciones.
En un documental de dos horas transmitido el domingo por la noche en la televisora estatal rusa, Putin dijo que el responsable de la agencia nacional de inteligencia (FSB por sus siglas en ruso) le había informado de la situación y estaban preparados para derribar el avión con sus 110 personas a bordo.
«Le pregunté: ’¿Qué sugieres?’, y la respuesta fue la que esperaba, derribarlo de acuerdo con los planes de contingencia para esas situaciones», contó Putin en el documental, recordando su conversación con el jefe de la FSB, Alexander Bortnikov.
«Le dije: ’Actúa de acuerdo al plan’». Putin recordó que viajaba en un autobús junto con otros dignatarios rumbo a la ceremonia inaugural de los Juegos Olímpicos de Invierno de Sochi y que no le dijo a nadie de lo que trataba la llamada. Minutos más tarde, el jefe del FSB llamó a Putin para informarle que se trataba de una falsa alarma y que el avión había aterrizado sin problemas en Turquía.
Cuando fue cuestionado sobre qué había sentido al momento de recibir la última llamada, el mandatario respondió: «Prefiero no hablar de eso».
El vuelo, operado por la aerolínea turca Pegasus Airlines, viajaba de la ciudad ucraniana de Járkov a Estambul. En 2016, el ucraniano Artem Kozlov fue condenado en Turquía y sentenciado a 9 años y medio en prisión.