MOSCÚ. El presidente de Rusia, Vladimir Putin, recibió el jueves una letanía de quejas sobre el bajo nivel de vida en el país durante un maratoniano programa de televisión con llamadas telefónicas, y se comprometió a impulsar los salarios, las pensiones y los programas sociales.
Más de 1,5 millones de personas enviaron sus preguntas por teléfono, videollamada o internet.
Para los habitantes del vasto país, el extremadamente coreografiado programa es una inusual ocasión de elevar sus quejas al máximo nivel. Las reclamaciones suelen centrarse en los salarios bajos, baches en carreteras, el ruinoso estado de las escuelas, hospitales abarrotados y otros asuntos sociales.
Putin apuntó que Rusia se vio afectada por la caída de los precios de la energía y las sanciones internacionales, pero añadió que la economía mejoró.
El dirigente reconoció que las sanciones impuestas por Estados Unidos y la Unión Europea tuvieron un costo aproximado para el país de 50.000 millones de dólares desde 2014, pero afirmó que las naciones europeas se vieron más perjudicadas por las restricciones.
Según Putin, las sanciones alentaron a Moscú a lanzar su propia producción de motores de barco y otros productos industriales clave y a desarrollar el sector agrícola. Las exportaciones agrícolas superaron los 25.000 millones de dólares el año pasado y seguirán creciendo, agregó.
El mandatario calificó las medidas occidentales de intento para frenar el creciente poder de Rusia y añadió que las restricciones comerciales de Estados Unidos a China tienen un propósito similar.