Putin y Trump en Helsinki

Putin y Trump en Helsinki

Los presidentes Donald Trump de Estados Unidos y Vladimir Putin de Rusia se reuniron este lunes 16 de julio en Helsinki, Finlandia para una muy publicitada cumbre. El encuentro se realizó en medio de las crecientes revelaciones sobre la injerencia de Rusia en las elecciones presidenciales estadounidense de 2016, las tensiones globales entre Moscú y Washington y las inquietantes cuestiones que surgen sobre la admiración manifestada por Trump hacia Putin. Sin embargo, dado su significado histórico, la localidad escogida sugiere la importancia que podría tener esta reunión, por lo que entiendo se debe prestar atención a los detalles inadvertidos.

Se recuerda que el 3 de julio de 1973 tuvo lugar en Helsinki a iniciativa del Pacto de Varsovia, la primera Conferencia sobre Seguridad y Cooperación en Europa (CSCE), cuyo objetivo era buscar la distensión entre los dos grandes bloques antagónicos que se habían formado después de la Segunda Gran Guerra, de un lado, el Pacto de Varsovia y el Consejo de Ayuda Mutua Económica (CAME) mejor conocido como COMECON y por el otro, la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) y la Comunidad Económica Europea (CEE). También se perseguía la preservación de la paz en Europa, sobre la base del reconocimiento de las diferencias conceptuales en las políticas de ambos bloques.

El primero de agosto de 1975, luego de dos años de negociaciones los países firmantes (Estados Unidos, Canadá, Unión Soviética, Turquía y los países de Europa, excepto Albania y Andorra) acordaron el Acta de Helsinki, una serie de compromisos que, aunque en el texto parecían algo muy limitado, en los hechos supuso la transformación política del continente, pues se pasaba de la confrontación a la cooperación. Se garantizaba la inviolabilidad de las fronteras; la integridad del territorio de los Estados; arreglo de controversias por vías pacíficas; no intervención en asuntos internos; abstención de recurrir a amenazas y el uso de la fuerza; la igualdad de derechos; la autodeterminación de los pueblos; así como el respeto a los derechos humanos, lo que incluía la libertad de pensamiento, conciencia, religión y convicciones. Pero sobretodo, los firmantes renunciaban voluntariamente a la provocación.

El Acta de Helsinki vino a ser un significativo avance político para Europa del Este y los países occidentales unificaron sus demandas en el respeto y defensa a los derechos humanos, elementos ambos que contribuyeron a la distensión en el continente. A partir de allí, grupos disidentes en el bloque del Este se remitieron al Acta Helsinki, lo que impedía que los gobiernos de esos países enfrentaran a los movimientos disidentes con medios militares, como había ocurrido anteriormente en Berlín Oriental en 1953, en Hungría en 1956 y en Praga en 1968.

No obstante, en ese momento la controvertida idea dela arquitectura de seguridad europea fue en definitiva crucial para el final pacifico de la Guerra Fría y es que sin los acuerdos de Helsinki que fomentaron el acuerdo sobre las fronteras de Europa y estatuyeron un compromiso con los derechos humanos en el Bloque del Este, los sucesos de 1989 a lo mejor no habrían sucedido o no habrían sido tan pacifico para la desintegración tras la Cortina de Hierro. Transformación geoestratégica que dio como resultado el fin del conflicto Este-Oeste, y que significó el fin de la Guerra Fría.

Creo necesario recordar las enseñanzas del anterior encuentro ruso-estadounidense en Helsinki, un acuerdo que requirió un fuerte compromiso de las dos potencias y fue fundamentado en trabajo y bajas expectativas. Un difícil proceso que al final dio como resultado el éxito. Es por ello que pienso que de esta cumbre Trump-Putin los resultados reales van mucho más allá de lo que los medios reseñen los próximos días y es que un proceso diplomático tranquilo, pero con sustancia tiene potencial para producir los resultados reales esperados.

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