Seúl.- Corea del Norte advirtió hoy de que un bloqueo marítimo a su país sería “una declaración de guerra”, en alusión a una de las nuevas sanciones que planea imponer Estados Unidos a Pyongyang tras su último lanzamiento de un misil balístico.
“Los movimientos de Estados Unidos para imponer un bloqueo marítimo nunca pueden ser tolerados, porque constituyen una clara violación de la soberanía y la dignidad de un Estado independiente”, señala un comentario publicado hoy en el diario oficial Rodong Sinmun.
Washington “intenta abiertamente imponer un bloqueo marítimo contra la RPDC (República Popular Democrática de Corea, nombre oficial de Corea del Norte) para estrangular su economía en tiempos de paz”, lo cual forma parte del plan que Washington aplica “desde hace décadas” para “incrementar el aislamiento” de Pyongyang, según el artículo.
El comentario, también recogido por la agencia estatal KCNA, señala que los tratados internacionales establecen que el bloqueo económico de un país en tiempos de paz constituye “un acto ilegal y considerado como invasión».
Las nuevas sanciones que promueve Washington, unidas a las maniobras aéreas ejecutadas la semana pasada en la península coreana -las mayores hasta la fecha-, suponen “abominables actos criminales dirigidos a empujar la situación actual hasta una fase catastrófica e incontrolable de guerra”, subraya Pyongyang.
El artículo advierte al presidente estadounidense, Donald Trump, y a “su banda”, de que “incluso el menor movimiento para poner en práctica un bloqueo marítimo recibirá una respuesta inmediata e inmisericorde de autodefensa por parte de la RPDC».
Corea del Norte lanzó el pasado 29 de noviembre el Hwasong-15, hasta la fecha su misil intercontinental más avanzado y que sitúa a Pyongyang cada vez más cerca de poder alcanzar el territorio estadounidense con armas nucleares.
A raíz de este nuevo ensayo, Washington ha defendido la aplicación de nuevas sanciones sobre Pyongyang, entre las que podría incluirse la prohibición total del transporte marítimo a Corea del Norte, según el secretario de Estado estadounidense, Rex Tillerson.
Las continuas pruebas de armas de Corea del Norte, unidas al tono belicista con el que ha respondido Trump, han incrementado la tensión en la península coreana hasta niveles inéditos desde el final de la Guerra de Corea (1950-1953).