En 1993, la Asamblea General de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), declaró el 17 de octubre como el “Día Internacional para la Erradicación de la Pobreza”.
Según la ONU, la pobreza no es solo una cuestión económica, sino que debemos dejar de observarla exclusivamente como una falta de ingresos.
También señala que, pese a que la tasa de pobreza mundial se ha reducido a la mitad desde el año 2000, en las regiones en desarrollo aún una de cada diez personas, y sus familias, sigue subsistiendo con 1,90 dólares diarios y hay millones más que ganan poco más que esta cantidad diaria.
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La ONU afirma que se han logrado avances significativos en muchos países del Asia oriental y sudoriental, pero casi el 42% de la población del África Subsahariana continúa viviendo por debajo del umbral de la pobreza.
La participación de las personas que viven en la pobreza es fundamental a la celebración del Día desde su comienzo. La conmemoración del 17 de octubre también refleja la voluntad de las personas que viven en la pobreza para utilizar su experiencia para contribuir a la erradicación de la pobreza.
Datos del Índice de Pobreza Multidimensional (IPM)
El Índice de Pobreza Multidimensional (IPM) trata de capturar cuál es la experiencia cotidiana de las personas que viven en situación de pobreza. Por ejemplo, los indicadores del IPM examinan si un hogar cuenta con acceso a agua potable, servicios de saneamiento o electricidad, o si alguno de los miembros del hogar ha cumplido cinco años de escolarización.
Los resultados del IPM revelan que los niños sufren la pobreza de manera más intensa que los adultos y que tienen más probabilidades de sufrir privaciones en los 10 indicadores del Índice.
Esto significa que casi la mitad de quienes viven en la pobreza multidimensional (663 millones) son niños, y los más pequeños son los que soportan la mayor carga.