Concluidas las elecciones municipales, retomamos con más fe, nuestra evangelización en planificación. El Plan Estratégico es la Agenda Oficial de Santiago aprobada a unanimidad por la ordenanza 3251-19 del Concejo de 41 Regidores del Ayuntamiento. Facilitado por el Consejo Desarrollo Estratégico (CDES) formado por más 82 organizaciones y promovido por Compromiso Santiago.
El Plan Estratégico Santiago 2030 es ejercicio ciudadano. Una gestión del consenso y el disenso. Un compromiso ciudadano. Concurrencia de aliados y opositores que trabajan por lo que los une. Pacto a favor de la inclusión social, gobernabilidad, creación y distribución de riqueza, ordenamiento territorial y adaptación climática.
La planificación estratégica territorial se diferencia de la planificación normativa. La normativa es lineal. Aquella que se hace por pasos graduales, con objetivos, propósitos y condicionantes.
La mayoría de estudiosos indican que la planificación normativa genera discontinuidad entre el futuro deseado y la historia que se pretende cambiar. Planificación estratégica es crear sueños compartidos por una ciudad, nunca un acto mecánico del aparato del Estado o de un grupo social-empresarial.
Puede leer: Sistema de recaudo municipal
En la década de los años 80 del siglo XX, la planificación estratégica cambió el paradigma de la gestión. Carlos Matus fue su principal promotor pero no le alcanzó el tiempo y las condiciones políticas para ponerla en práctica. Tuvo que surgir la concreción de Barcelona (1988-1992) para crear un verdadero laboratorio social que catapultó esta metodología por Iberoamérica.
El primer Plan Estratégico de Barcelona se formuló en 1988. Santiago, sería cofundador con 23 ciudades iberoamericanas en 1993 del Centro Iberoamericano de Desarrollo Estratégico.
Conceptualmente, la planificación estratégica hace concurrir direccionalidad y gestión. Se apodera de un supuesto que conduce a la admisión que el Estado y su administración aislada no pueden lograr desarrollo sostenible. Se impone una alianza con las sociedades que se pretenden dirigir.
La planificación estratégica por ser “estratégica” no pertenece a ningún sector. Si es estratégico es porque suma y multiplica un concierto de voluntades. Planificar estratégicamente es valorar la construcción colectiva del futuro soñado. Es promover cohesión social, concertación política y articulación comunitaria.
Es asegurar mayor racionalidad en el uso de los recursos, dado que cada actor estratégico se compromete con su nivel de competencia legal y legítima. Es aprovechar las escasas oportunidades, para vencer la resistencia activa de los permanentes catastrofistas, pesimistas y opositores.
Santiago ha sido honrado con cuatro (4) planes estratégicos (2002-2010; 2010-2020 y 2020-2030), más una actualización post-pandémica 2021. Ese es uno de los espejos en el que se pueden mirar el Distrito Nacional, 31 provincias, 158 municipios y 235 distritos municipales.