¿Qué está pasando en América Latina?

¿Qué está pasando en América Latina?

Banderas de países de América Latina.

He estado observando estupefacta el panorama latinoamericano. Presidentes que han tomado el derrotero del populismo autoritario. La verdad es que la política es una caja de pandora, con sorpresas. La incertidumbre se está apoderando de América Latina. Los nuevos dueños de la situación han tomado caminos tan inusuales como cuestionables.

Una verdad es indiscutible: las alternativas de poder que ofrecían los partidos tradicionales no convencían a la población. Y, como forma de buscar nuevos caminos apostaron a lo nuevo, a lo diferente…. Pero…. ¿Llenarán las expectativas de la población? ¿Gobernarán para el bien común? Eso está por verse…

El caso de Brasil es muy interesante. Lula es de nuevo presidente de la República, pero ganó en unas elecciones muy reñidas, un país dividido. La mitad de los electores optó por Jair Bolsonaro, un presidente de ultraderecha, tan extremista y desatinado que Donald Trump. Lo interesante es que Lula había sido llevado a la cárcel acusado de corrupción. Muchos pensaron que su futuro político estaba siniestro, pero la realidad da muchas vueltas y ahora es el nuevo mandatario de la nación más grande de América Latina.

Cansados de las “maras”, los salvadoreños apostaron a ese joven sabelotodo, brillante, pedante y prepotente, Nayib Bukele, que prometía acabar con ese flagelo de la violencia y las bandas que tenían a la población sometida al miedo y a la extorsión. Lo hizo. Decidió cambiar las normas y las leyes.

Construyó una cárcel para 70 mil reclusos, que está casi llena. ¿No piensa el joven presidente que concentrar a tantos criminales es una oportunidad para ellos mismos orquestar un plan y rebelarse? Cuando le cuestionan sobre la violación a los derechos de los reclusos, responde con altanería sus decisiones. Cuando líderes de América Latina le exigen que respete la Constitución, ante su intento de repetir el mandato, los llama corruptos y responsables de la situación que se vive en El Salvador. Lo interesante es que tiene el apoyo de la población de su país y de muchos sectores a nivel de la región. ¿Podrá seguir transitando por ese camino autoritario, populista y acrítico? Solo el tiempo lo dirá.

En Colombia el pueblo optó por Gustavo Petro, salido de la izquierda radical, en contra de Gustavo Duque, proveniente de la ultraderecha. Durante su campaña, Petro tuvo que enfrentar el pesado lastre de haber sido integrante de un grupo guerrillero que propició una de las peores tragedias de la historia del país, la toma del Palacio de Justicia, aunque no participó directamente en el hecho. Petro venció aún a pesar de haberse definido como un líder de izquierda «progresista» en un país altamente tradicional y, sobre todo, de derecha. Durante su campaña propuso hacer «girar la economía alrededor de la vida», apostar a la riqueza natural y a la protección del medio ambiente, y a nivel político decía que trabajaría arduamente para «profundizar la democracia». A pesar de los pronósticos adversos ganó. Está por verse si lo dejarán gobernar. Hasta ahora no ha tomado ninguna medida extrema, sino que está buscando consensos.

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Y de Colombia, vamos a Venezuela, donde permanece, increíble y sorprendentemente, Nicolás Maduro, a pesar de su falta de capacidad, de la permanente crisis económica, del éxodo masivo de la población venezolana a todos los países circundantes. ¿Por qué Maduro sigue en el poder, a pesar del abierto rechazo de los Estados Unidos y con una Cuba sumida en tantos problemas que no puede brindarle el apoyo deseado? La oposición ha dado muestras de incapacidad y no ha parido un líder con suficiente liderazgo que fuese capaz de enfrentar a Maduro. Mientras, el país se desgasta, y recuperar lo que fue hace ya más de 20 años.

Nuestro país es de los más estables que existen. En el 2024 el presidente Abinader mirará sus fuerzas con su principal contendor: Leonel Fernández. Tiene el primero la ventaja de que todavía mantiene una alta aceptación. Tiene el segundo la desventaja los hechos de corrupción de su último período presidencial que todavía está muy fresco en la memoria colectiva. El PLD no es competencia entre esos dos líderes mayoritarios.

¿Qué pasará en América Latina? ¿Qué rumbo tomarán los países? Lo que sí se evidencia es que la población no está conforme con las alternativas tradicionales que no han resuelto los problemas esenciales de las sociedades: desigualdad, pobreza, inflación, falta de oportunidades y corrupción.

Estaremos pendientes del derrotero, mientras tanto solo nos queda ser observadores atentos de las diferentes coyunturas con presidentes tan sorprendentes como disímiles.

Se retrocede con seguridad
pero se avanza a tientas
uno adelanta manos como un ciego
ciego imprudente por añadidura
pero lo absurdo es que no es ciego
y distingue el relámpago la lluvia
los rostros insepultos la ceniza
la sonrisa del necio las afrentas
un barrunto de pena en el espejo
la baranda oxidada con sus pájaros
la opaca incertidumbre de los otros
enfrentada a la propia incertidumbre
se avanza a tientas / lentamente
por lo común a contramano
de los convictos y confesos
en búsqueda tal vez
de amores residuales
que sirvan de consuelo y recompensa
o iluminen un pozo de nostalgias
se avanza a tientas / acilante
no importan la distancia ni el horario
ni que el futuro sea una vislumbre
o una pasión deshabitada
a tientas hasta que una noche
se queda uno sin cómplices ni tacto
y a ciegas otra vez y para siempre
se introduce en un túnel o destino
que no se sabe dónde acaba. Incertidumbre, Mario Benedetti.

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