Uno de los amores más fuertes y más sólidos suele ser el que se experimenta en la hermandad, tener hermanos es un privilegio y una gran bendición.
Los hermanos se convierten en los primeros amigos, con los que se ensaya la asertividad en las relaciones interpersonales.
Con los hermanos, se aprende en primera instancia el comportamiento social, se integra la capacidad y necesidad de ceder, negociar, comunicarse, entre otras habilidades psico-emocionales que se desarrollan en la infancia.
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A continuación, la experta Virginia Pardilla nos da algunos tips para lidiar con los hermanos y sus diferencias.