La repetición constante de mirar las mismas series y películas se vincula con la liberación de neurotransmisores como la dopamina y la serotonina
Suele pasar y tal vez no se perciba como una alerta de que algo anda mal cuando una persona ve una y otra vez una película o serie. Pues esto podría deberse a que no entendió bien la trama, no puso la atención debida o le gustó demasiado…
Podría ocurrir, y no necesariamente por alguna condición conductual. Sin embargo, si se hace costumbre, entonces, hay que buscar el por qué.
Al respecto consultamos a la psicóloga Dalia Aguiló Quéliz, especialista en Desarrollo Psicológico y Análisis Conductual del Adulto y la Tercera Edad y Estimulación Cognitiva.
A juicio de Aguiló Quéliz las razones por las que una persona ve una y otra vez una película, serie, documental u otros contenidos visuales, pueden ser diversos. Indica que, desde una perspectiva psicológica, este comportamiento podría deberse a problemas de ansiedad, lo que a menudo se entiende como un fenómeno arraigado en el miedo, a la incertidumbre y a la incapacidad de prever el futuro.
“La búsqueda de control en nuestra vida se manifiesta a través de la repetición constante de ciertos contenidos. El cerebro humano tiene una tendencia innata hacia lo predecible y familiar, y al exponernos a tramas conocidas, experimentamos una sensación de dominio sobre la incertidumbre, proporcionándonos así un alivio temporal”, precisa.
Señala, asimismo, que en términos de gestión emocional, el contenido audiovisual desempeña un papel esencial.
“Ver repetidamente contenidos familiares, como nuestras películas o series favoritas, puede considerarse una estrategia efectiva para procesar emociones”. Agrega, en ese sentido la profesional de la conducta, que la conexión emocional con los personajes y situaciones familiares permiten la expresión segura de las propias emociones.
“La repetición de estas historias actúa como un ritual emocional que facilita la catarsis liberadora, contribuyendo así a la gestión y exploración de nuestras experiencias emocionales de manera controlada”.
Efectos en una persona u otra. Posibles impactos
Señala Aguiló Quéliz que estos van desde:
1.- Comodidad y reducción de ansiedad. “Ver contenidos familiares proporciona una sensación de comodidad y familiaridad, reduciendo potencialmente la ansiedad. La repetición de tramas conocidas ofrece un refugio emocional predecible”, explica la experta.
2-. Riesgo de estancamiento emocional. “La repetición constante puede limitar la exposición a nuevas emociones y experiencias, lo que podría contribuir al estancamiento emocional. La variedad en las experiencias puede ser fundamental para el crecimiento emocional y la adaptación”.
3.- Conexión emocional profunda. “Al conectarse repetidamente con personajes y situaciones familiares, se puede establecer una conexión emocional profunda. Esto puede ser positivo al proporcionar una vía para la expresión emocional y la identificación con experiencias similares”.
4.- Evitar problemas. “La repetición constante podría utilizarse como una forma de evadir problemas o dificultades en la vida real. Dependiendo de la intensidad, esto podría convertirse en una estrategia de evitación poco saludable”.
5.- Impacto en la salud mental. “Si la repetición se vuelve excesiva y afecta negativamente la rutina diaria, podría tener implicaciones en la salud mental, contribuyendo a la falta de motivación, aislamiento social o incluso a síntomas de depresión”.
¿Tratamientos?
Indica la psicóloga que en los casos en que la repetición de ver las mismas series y películas se hace de manera constante, hay que tratarlos con terapia, especialmente si esa práctica tiene un impacto negativo significativo en la vida diaria o en el bienestar emocional de la persona.
Entre las terapias que recomienda están: cognitivo-conductual, de exposición, modificación, mindfulness, sobre una atención de plenitud, todo dependerá de la necesidad de cada persona.