¿Qué hay detrás del fideicomiso de la policía nacional?

¿Qué hay detrás del fideicomiso de la policía nacional?

El presidente Luis Abinader, dispuso el pasado miércoles, la conformación de un fideicomiso público para administración, pago y garantía de la transformación de la Policía Nacional. Disposición que está contenida en el decreto 729-21

El documento del Poder Ejecutivo establece que este fideicomiso tendrá una duración de 30 años a partir de la fecha de suscripción del contrato constitutivo y que su objeto será, la gestión, capacitación, administración y operación de los recursos que fueren aportados al patrimonio del fideicomiso. 

Esto conlleva, administrar los procesos de compras y contrataciones para la adquisición de bienes y servicios del cuerpo del orden, lo que incluye, pero no lo limita: equipos de transporte, equipos de tecnología, plataformas tecnológicas, software y equipos de comunicación. 

El Fideicomiso para la Transformación y Profesionalización de la Policía Nacional o (FTPN) tendrá un comité técnico que estará integrado por el ministro de Interior y Policía, en calidad de presidente, el ministro de Hacienda como vicepresidente y tres personas del sector privado que serán designadas mediante decreto del Poder Ejecutivo. 

La Fiduciaria Reservas, tendrá la responsabilidad y obligación de recibir, conservar, custodiar y administrar los recursos que sean integrados al patrimonio de la Policía nacional y asegurar su correcta operación. 

El decreto especifica que es necesario que la Policía Nacional sea efectiva, y mejore su relación con la ciudadanía, y que para ello debe contar con los recursos humanos y materiales especializados que sean indispensables para cumplir con sus objetivos. 

Todos sabemos o al menos quienes nos hemos dedicado, a estudiar el tema de la seguridad que, el proceso al que debe ser sometido el cuerpo del orden, conlleva una fuerte inversión económica, lo que, en principio, deja ver bien claro que sale muy costoso. 

Cierto es que, todavía no se ha firmado el contrato que manda el decreto, lo que vendría a aclarar muchos detalles aún difusos. Sin embargo, percibimos que, el presidente Luis Abinader, tiene la intención de avanzar en esa dirección. Entonces cobra sentido la emisión del decreto 729-21 que crea el Fideicomiso para la Transformación y Profesionalización de la Policía Nacional (FTPN) y que pretende crear un antes y un después en el proceso de reforma de la Policía Nacional. 

Pero ¿Por qué? Es que el FTPN va a manejar todo lo que involucra recursos de la Policía Nacional, lo que implicaría que, la policía ya no tendría departamento de compras. Esto quiere decir que, si en lo adelante, la policía necesita, por ejemplo, 15 o 20 camionetas, el fideicomiso mediante los procedimientos que se establezcan será quien se encargue de la negociación y compra. 

Directores de Pro Consumidor y de la Policía se reúnen para continuar operativos

No es que esto sea nuevo, ya lo hicieron en Centroamérica, específicamente en Honduras, cuando allí se abocaron a un proceso de transformación de su Policía Nacional. Y es algo muy positivo, porque se evita la corrupción, al establecer formas de negociación. En Honduras, por ejemplo, los vehículos no son de la policía, son utilizados mediante la figura del leasing. Si se daña un vehículo, lo retiran y le colocan otro a la policía.  

El leasing de vehículos, como ustedes saben, consiste en un arrendamiento financiero que, es como un alquiler, cuyo objetivo es la compra de un vehículo, aunque al final del contrato usted puede renunciar a esa compra. La gran ventaja de esta clase de financiación, es que puedes ampliar el contrato de leasing un año más o tan solo devolver el vehículo y, si lo deseas, firmar un contrato nuevo para otro vehículo, evitándose así cualquier tipo de préstamo. 

Al no considerarse el leasing una compra de un bien, no existe riesgo comercial, ni financiero que podría ser preocupante para una empresa o una institución, de cara a los bancos. Entonces, esto es sumamente interesante, pues si tu quiere ofertar tus servicios comerciales, tienes que participar en un concurso o licitación y entonces para que te aprueben, debes ir con una oferta muy competitiva. 

Contrario a lo que ocurre con nuestro cuerpo del orden, donde desde hace tiempo, abundan los cometarios de que el aprovisionamiento de la policía, está en manos de algunas “familias” que venden con unos sobreprecios de entre 200 y 300% cosa que rayan en un vulgar robo. 

Entonces, como eso no se va a poder regular en lo inmediato o es demasiado complicado, el presidente Luis Abinader, ha tomado la decisión más inteligente: sacárselo a la policía de las manos. En otras palaras, el mensaje es este: concéntrense en su labor de dar servicio de policía y olvídense de estar manejando dinero. 

Eso, obviamente, es una estocada a esos sectores que, le va a llevar a un enfrentamiento, porque aquí hay familias, según se dice que, se han hecho millonarias, en los últimos 50 años con la policía. Entonces, el presidente lo que hizo es que, la policía ya no va a tener ese problema. La policía le va a pedir al Consejo Superior Policial que necesita 50 camionetas, por ejemplo y este decide, si las compra o las adquiere mediante leasing en el mejor escenario posible para la institución. 

Usted requiere, por ejemplo, software y hardware, pues entonces se abrirá una licitación, para todo el que quiera participar y a los ganadores se les pagará, acorde a los plazos de sus contratos y no tendrán que andar detrás de ningún jefe de la policía para que les paguen. Tal vez, no sea lo idóneo, pero es la mejor salida ahora mismo. 

Un tema interesantísimo es la evaluación del personal, para lo cual se contratará una compañía y entonces tiene que partir de una licitación internacional. Ya no bastará con que el coronel, el general o el funcionario perencejo, mandó 10 muchachos para engancharlos y que su evaluación es que lo mandaron esas personas. ¿Me hago entender? 

Nosotros pensamos que, todo esto va a repercutir positivamente, sobre la policía como institución, porque va a sustraer, una tentación muy grande que, durante años, ha lacerado a los mandos policiales, de involucrarse a través de negocios con sectores comerciales del país y va a empezar a desmontar lealtades, de la alta oficialidad de la policía con el sector empresarial dominicano. 

Esto ha sido, un componente dañino que, entre otras cosas, ha impedido que la policía se transforme. Porque todas esas gentes, son las que piden policías para que les cuiden sus negocios, sus bienes o familias. De ahora en adelante, estos no tendrán que tratar con policías, sino con una junta, donde tendrán que fajarse con el director o gerente del Banreservas, con el ministro de Interior y Policía, y con sectores de la sociedad civil que van a estar ahí. 

De una manera simple señores, el ministro de Interior y Policía por primera vez, va a ocupar el sitial que le corresponde, como superior jerárquico del director de la Policía Nacional y este a su vez, o sea, el director de la Policía Nacional, con todo su equipo, se va a ocupar del rol que le corresponde que, es garantizar la seguridad y el ejercicio de los derechos ciudadanos. Porque, el director de la policía, es el gestor que hace efectivo ese servicio a la ciudadanía. En otras palabras, debe hacer efectiva, esa política pública que es la seguridad pública. 

Hay muchas cosas en la Policía Nacional de las que podríamos seguir hablando ya que, este proceso las ha destapado. Como los vehículos, donde la mitad de la flotilla está, en manos de altos oficiales en retiro o el combustible, donde se comenta que, por ejemplo, se compraba medio millón de galones y solo se entregaban trescientos mil. Un negocio que ha existido desde siempre en la policía y que se le asignaba a “alguien” para que se beneficiara. Ahora sencillamente, todo eso desaparecerá y no será obstáculo en la trasformación de la policía nacional. 

Enhorabuena por los comisionados que han hecho tan excelentes recomendaciones, pero más por el presidente Luis Abinader que ha sabido escucharlas, valorarlas y ponerlas en práctica, lo que lo muestra como un presidente proactivo.