El 68.9% del gasto tributario estimado para 2024 corresponde a la aplicación de exenciones y sobre impuestos indirectos
Una reforma del régimen tributario y particularmente de exenciones fiscales debería hacerse sobre la base de un estudio que evite que el sistema se haga más regresivo de lo que ha sido hasta ahora.
Como se sabe, un sistema impositivo progresivo busca una mayor equidad redistributiva, haciendo que quienes tienen más contribuyan más, mientras que un sistema regresivo puede aumentar la carga fiscal relativa sobre los menos favorecidos.
Esto último se evita reduciendo el peso de los impuestos regresivos, que son aquellos en que a medida que la renta o la riqueza aumenta, el porcentaje del impuesto disminuye, y aumentando la participación de los impuestos progresivos, que son los que a medida que la renta o la riqueza aumenta, el porcentaje del impuesto también aumenta.
El ejemplo por excelencia de impuesto regresivo es el Impuesto a las Transferencias de Bienes Industrializados (ITBIS) o su equivalente Impuesto sobre el Valor Añadido (IVA), que es un porcentaje que grava el consumo.
Estimaciones del gasto tributario hechas por la Comisión Interinstitucional Coordinada por la Dirección General de Política y Legislación Tributaria del Ministerio de Hacienda revela que el 68.9% del gasto tributario estimado para 2024 ((RD$234,826.3 millones) corresponde a la aplicación de exenciones y beneficios fiscales sobre impuestos indirectos y el restante 31.1.3% (RD$106,064.5 millones) a impuestos directos.
La interrogante a responder sería: ¿Cambia la reforma tributaria presentada por el Gobierno el nivel de regresividad del sistema tributario que revelan esas cifras o lo mantiene y lo que podría ser peor, lo agrava?