NUEVA YORK — Felipe López de algún modo olvidó qué se sentía ser el centro de atención.
Es algo que hubiera sido imposible imaginar hace 25 años, cuando prácticamente aparecía en cada portada de revista y titular de periódico. Pero pasó un tiempo alejado de la luz pública, al menos hasta que llegó el momento de promocionar una nueva película sobre su vida. Y entonces se le refrescó la memoria.
“Olvidé que estábamos en la capital de los medios de comunicación”, dijo López riendo. “He estado desde las 7 de la mañana hasta como las 7:30 de la noche los últimos dos días” dando entrevistas.
Imaginen lo que fue cuando era el astro más grande del baloncesto en Nueva York.
Su historia como un niño infalible que pasó a tener más fallos que éxitos se narra en “The Dominican Dream” (El sueño dominicano), que se estrenó el fin de semana en el Festival de Cine de Tribeca y debuta el martes por la noche en la cadena ESPN.
López fue un astro muy publicitado de la escuela secundaria en Nueva York entre principios y mediados de los 90 y se quedó en la ciudad para jugar con el equipo de la universidad de St. John, donde nunca pudo cumplir las expectativas que enfrentó. Pasó a tener una carrera profesional en general poco memorable, y recibió con beneplácito la oportunidad de ayudar a la gente a recordar.
“La gente siempre se pregunta qué pasó conmigo, ¿qué le pasó a Felipe?”, dijo López en una entrevista telefónica. “Mucha gente pudo conseguir la historia desde un punto de vista superficial, pero no ahondar realmente en todo y pienso que la película les proporciona un poco más de profundidad no sólo sobre mi vida personal, mis triunfos y fracasos, sino también una historia de perseverancia y familia”.
López se mudó a Nueva York de la República Dominicana a los 14 años, cuando cursaba el octavo grado y era un prodigio del baloncesto en un lugar donde el béisbol es rey. Tras sólo un par de años fue clasificado por encima de Allen Iverson como el mejor jugador de su clase en la escuela secundaria, llevó al Rice High School a un campeonato nacional y estatal, y la conferencia de prensa en la que anunció que se quedaría en Nueva York para cursar estudios universitarios fue un acontecimiento televisivo imperdible para sus fans.
“No se me ocurre otra persona que haya recibido más publicidad”, dice el exentrenador de St. John Lou Carnesecca en la película. “Tuvo ocho páginas en el Daily News. El general Eisenhower, que ganó la Segunda Guerra Mundial, sólo tuvo tres”.