En la jugada de ajedrez que es la vida, hay momentos especiales y el actual es uno de ellos. Los titulares de los diarios, los comentarios de la radio, están especialmente cargados de asuntos importantes, impactantes, que llaman la atención. Las redes sociales están a punto de reventar entre noticias veraces, malsanos rumores, mentiras e informaciones retorcidas y falsas.
Es oportuno, pues, preguntarse ¿a quién beneficia tal barullo de cosas? El burbaque parece ser un montaje.
Aunque sea llover sobre mojado es oportuno mezclar los siguientes ingredientes que ocupan la atención de la opinión pública: a Quirinito se lo tragó la tierra; quieren que el Estado invierta millones en un estadio de beisbol, para que los dueños de los equipos cobren por entrar, para que equipos de Grandes Ligas celebren dos o tres partidos de exhibición al año, ello; los hospitales carecen de lo más elemental; se crea un conflicto con el proyecto de una educación sexual cuya orientación es justamente rechazada; mientras más documentos incriminen a funcionarios y empresarios, el caso Odebrecht se aleja más de ser aclarado y sancionado por la justicia; el tirijala de las elecciones es, ahora, más profundo y enemistador que nunca; la deuda externa crece con la levadura de la corrupción y el enriquecimiento ilícito de funcionarios que piensan que nunca irán a dar cuenta de sus actos ante los tribunales; aumenta el número de incestos, los feminicidios, la violencia entre los niños en las escuelas y, para colmo, hay un general preso bajo la acusación de ayuntamiento sexual con una niña menor de edad, a la cual se dice preñó en dos ocasiones y le dio dinero para que se hiciera practicar un aborto, esos casos, y paro de contar..
En mi adolescencia, un amigo decía tener la fórmula para que su esposa no le fuera infiel: tener cinco hijos uno tras otro lo cual ocuparía tanto tiempo a la señora que solo podría ocuparse de la educación de los niños. Nunca me ocupé de averiguar si actuó como decía cuando joven.
En estos días estamos, más que nunca, tan ocupados como la madre de la escalerita de niños. Creo que, dentro de tal maraña de problemas, acontecimientos, investigaciones, ejemplos históricos nefastos, hay una mano maestra que persigue que se cuele lo que entiende que le beneficia
Deténgase, pase revista a los siguientes acontecimientos porque estamos como aquella familia que pasaba una situación de especiales precariedades y, entonces, para colmo, parió la abuela.
El uso de la fuerza para imponer soluciones políticas no es nuevo ni original, el general Pedro Santana usó la fuerza militar para torcer la voluntad popular y que la Constitución lo favoreciera con el mando sin límites ni fronteras.
¿Qué se cuece, en la política?