Tranquiliza que tan pronto se dio a conocer la denuncia de irregularidades en la Dirección General de Proyectos Estratégicos de la Presidencia (PROPEEP), el director de Compras y Contrataciones Públicas, Carlos Pimentel, ordenó a los técnicos de la institución iniciar una investigación.
Con la misma presteza y buena disposición reaccionó la Directora de Ética e Integridad Gubernamental, doña Milagros Ortiz Bosch, quien dijo estará a la espera de sus resultados.
Y no hay porqué dudar que se actuará de inmediato si se determina que ciertamente se cometieron serias irregularidades en las licitaciones para la compra de las pinturas utilizadas en el programa “Pinta tu Barrio”, en el que el Estado dominicano invirtió más de 155 millones de pesos, como denunció Alicia Ortega en su programa El Informe.
Esas son buenas noticias porque quiere decir que los mecanismos de control del gobierno en esa materia están alertas, y sobre todo dispuestos a responder sin dilaciones a cualquier denuncia seria sobre el mal uso del dinero público por parte de funcionarios e instituciones.
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Pero alguien tiene que explicar, para lo cual no hay que esperar a que esa investigación concluya, porqué en diciembre pasado se le entregó a cada senador oficialista 50 cubetas de pintura, en tanto que los diputados del PRM recibieron 30 cubetas cada uno, reparto que también alcanzó para los legisladores de oposición.
Tampoco hay que esperar a que concluyan su trabajo los técnicos de Compras y Contrataciones Públicas para saber que no hay constancia del uso que le dieron a esas pinturas ni a manos de quienes fueron finalmente a parar, a pesar de que es dinero de los contribuyentes el que se regaló de manera tan generosa y sin ningún tipo de controles ni garantías.
Y es por eso que desde aquí me atrevo a decir, sin que necesite hacer ninguna investigación, que las cosas en el programa “Pinta tu Barrio” no pintan nada bien. Valga la redundancia.