Quincy JONES Leyenda viva de la música

Quincy JONES Leyenda viva de la música

El productor y músico estadounidense Quincy Jones en 2011, durante la ceremonia donde el dúo de los hermanos CeCe y BeBe Winans recibieron la estrella número 2.452 en el Paseo de la Fama en Hollywood, California (EEUU). EFE/PAUL BUCK

A Quincy Jones le cambió la vida por casualidad, en un centro recreativo. “Estábamos proveyéndonos de tarta y a mí se me ocurrió entrar en un cuartito que había al lado. Tenían un piano vertical. Subí al escenario, me detuve un momento, y luego me puse a tocar un poco. Así fue como encontré finalmente un poco de paz. Yo tenía entonces once años y supe que aquello era para mí. Ya para siempre”.

Lo cuenta en “Q: Autobiografía de Quincy Jones”, una obra que Libros del Kultrum acaba de publicar en español con traducción de Luis Murillo Fort, veinte años después del lanzamiento original de las memorias del más longevo compositor, director, arreglista y productor estadounidense.

Un músico excepcional, que ha destacado como trompetista, pianista y cantante, y que en su larga carrera ha colaborado con Frank Sinatra, Ray Charles, Dinah Washington, Sarah Vaughan, Count Basie o Michael Jackson, además de hacer sus propias composiciones. También ha estado detrás de multitud de bandas sonoras para cine y televisión.

Una trayectoria admirable que repasa en estas memorias en las que también participan algunas de sus personas más cercanas, desde su hermano Lloyd a su hijo Quincy Jones III, pasando por músicos como Ray Charles.

“Es el retrato asombrosamente abierto, franco y revelador de uno de los grandes genios musicales de nuestro tiempo. Jones es, para mayor gloria, un narrador de gran talento. Un documento imprescindible para remontarse al arranque de una de las épocas más apasionantes de la música contemporánea”, ha señalado sobre la autobiografía el catedrático de Estudios Afroamericanos en la Universidad de Harvard, Henry Louis Gate Jr.

“Enseguida supe que Quincy iba a triunfar”, confiesa en su capítulo el trompetista Clark Terry, que fue su primer maestro y descubridor de su potencial cuando el músico tenía 13 años y que acabaría abandonando la orquesta de Duke Ellington, junto al trombonista Quentin Jackson, para tocar en la de Quincy Jones, doce años después de su primer encuentro.

El tiempo le ha dado la razón: aquel alumno aventajado se convirtió en una auténtica leyenda de la música, reconocido entre otras distinciones con 28 premios Grammy, el Grammy Legend Award, un Emmy, un Tony, el Premio Humanitario Jean Hearsholt de la Academia de Artes y Ciencias Cinematográficas, el Premio Kennedy, la Medalla Nacional de las Artes y la Legión de Honor.

Quincy Jones ha compuesto la banda sonora de películas como ‘El prestamista’, ‘A sangre fría’, ‘En el calor de la noche’ o ‘El color púrpura’; fue el productor de ‘El príncipe de Bel-Air’ y puede presumir de ser el productor del álbum musical más vendido de la historia: ‘Thriller’, de Michael Jackson.

Michael Jackson empezó a destacar a una edad tan temprana como lo había hecho él, y juntos lograrían los mayores éxitos de sus respectivas carreras como productor y cantante.

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