Quique Antún pide al gobierno de Abinader convertir plantas Punta Catalina a gas natural

Quique Antún pide al gobierno de Abinader convertir plantas Punta Catalina a gas natural

 El presidente del Partido Reformista Social Cristiano (PRSC) sugirió al nuevo gobierno que encabeza Luis Abinader convertir la Central Termoeléctrica Punta Catalina a gas natural, lo que dijo beneficiaría grandemente a la República Dominicana.

Quique Antún sostuvo que mantener a Punta Catalina trabajando a carbón mineral, significaría un retroceso para el país por el daño que provoca al medioambiente y el alto costo que presenta mantenerla en funcionamiento con este combustible por su alto precio en el mercado internacional.

Dijo que el carbón mineral que utilizan estas plantas termoeléctricas libera más dióxido de carbono que otros combustibles fósiles, además de niveles relativamente altos de otros contaminantes como dióxido de azufre, óxidos de nitrógeno y cenizas tóxicas que contienen mercurio, selenio, boro, óxido férrico, alúmina, óxido de titanio, óxido de calcio, magnesio, azufre, óxido de potasio, óxido de sodio, anhídrido fosfórico, arsénico y sílice.

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Central termoeléctrica Punta Catalina. Archivo.

“Estos son elementos altamente tóxicos para la salud humana, animal y vegetal, por lo que urge su conversión a gas natural”, agregó.

Insistió que el carbón no solo ha sido el combustible fósil más contaminante, “si no que ahora, por si eso fuera poco, es el más caro, esto por el hundimiento de los precios de las materias primas, en especial, del petróleo, como refleja un análisis elaborado por la agencia especializada en información financiera Bloomberg”. 

El líder reformista entiende que la mejor opción es convertir esa termoeléctrica a gas natural, ya que, según explicó, además de los aspectos antes mencionados, las centrales térmicas a gas natural colaboran con mayor eficiencia en la regulación primaria y secundaria de frecuencia, lo que ayuda a fortalecer la estabilidad y operatividad del Sistema Eléctrico Nacional Interconectado (SENI).

“Otro aspecto importante enfocado en la SENI es el riesgo que le representa despachar 750 MW en un solo nodo, ya que frente a una eventual salida de ambas unidades en estos momentos el Sistema Eléctrico Nacional Interconectado no tiene la capacidad de compensar, con los mecanismos existentes, dicha pérdida, lo que provocaría sin mayores análisis un apagón nacional (Blackout)”, agregó.

En tal sentido –siguió diciendo-  hay que hacer el estudio que permitan determinar cuál será el valor óptimo de despacho de cada unidad, que permita garantizar la seguridad operativa del SENI.

Manifestó que la República Dominicana ha estado inmersa durante los últimos años en un proceso de transformación hacia otras fuentes de energías sostenibles y amigables al medioambiente.

Explicó que recientemente se observaron montañas de cenizas tóxicas que produce la Central Termoeléctrica de Punta Catalina, “las cuales han duplicado su tamaño, a pesar del riesgo que esto supone para el medioambiente y ante la posibilidad que esa zona sea afectada por la temporada ciclónica”.


Quique Antún dijo que dado que el gas natural emite bajos niveles de estos contaminantes, “estamos proponiendo una mayor dependencia de esta fuente como una forma de frenar el calentamiento global y evitar la contaminación”.

El presidente del PRSC reiteró que la operación de Punta Catalina con carbón a largo plazo “tendrá más costos que beneficios para el Estado, la población y el mundo, por los daños medioambientales que provoca el uso de este combustible fósil”.

Antún explicó que de acuerdo con informes recibidos de técnicos especializados en la materia, la conversión de Punta Catalina a gas natural costaría al Estado entre 300 y 485 millones de dólares, “mientras que los daños del carbón, por un solo año superan los US$1,300 millones”.


Recordó que el científico estadounidense Ernie Niemi sostiene que el CO2 y las cenizas que se producen con la operación de Punta Catalina, afecta al sector agropecuario y al turismo, porque los mares sufrirán y esa producción de dióxido de carbono se unirá a la producción mundial, lo que finalmente afectará a todo el planeta.