Ramón Orlando sueña que RD valore su identidad musical

Ramón Orlando sueña que RD valore su identidad musical

Ramón Orlando.

A punto de cumplir medio siglo como músico profesional, es decir, más de la mitad de sus años vividos, el maestro Ramón Orlando Valoy (66), uno de los pioneros de la internacionalización del merengue, es una institución musical que trabaja entusiastamente, con miras a realizar nuevos aportes en la industria.

Sin embargo, en medio de esa búsqueda constante, no puede ocultar su preocupación por la no implementación de estrategias oportunas para reforzar la identidad musical criolla.

Con buen sentido del humor, el intérprete de “Te compro tu novia”, “No hay nadie más”, “Mil maneras”, “New York nunca duerme”, entre otros éxitos, considera que, “en este momento el género debería tener múltiples manifestaciones evolutivas en RD, y que tanto el Estado como algunas figuras de renombre se han hecho de la vista gorda”, al ser consultado por este medio con motivo de la celebración de su 43 aniversario.

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No obstante, contrario a lo que se dice popularmente, para el cantautor, que también predica la palabra en la iglesia evangélica, el merengue como tal no atraviesa un mal momento, más bien requiere de estrategias puntuales que demandan cierta urgencia.

Cita como referencia a intérpretes como Karol G, Bad Bunny y Manuel Turizo, quienes sin ser merengueros, han incluido la expresión musical en sus repertorios y han hecho hits. “Ellos han pegado porque nuestra música es buena, porque nuestra música sí vale la pena”, aseguró el arreglista y compositor.

El dominicano, nacido el 29 de julio de 1958 en el sector de Manoguayabo, hace una pausa profunda para luego completar su expresión: “eso quiere decir que los únicos que se avergüenzan de no tenerla como su emblema y su bandera, de tocarla 24 horas al día, somos nosotros. Felicitamos a esos grandes artistas, ojalá se involucren más, para ver si los dominicanos despertamos en un momento y vemos que tenemos una de las mejores músicas del mundo”, reflexiona Ramón Orlando.

En ese contexto interactivo, el músico aprovecha la ocasión para hacer un llamado, tanto a la industria como al Gobierno dominicano, en aras de ofrecerle nuevas y mejores oportunidades de difusión a la manifestación sonora, declarada por la UNESCO como Patrimonio Cultural de la Humanidad en 2016.

Sobre el impulso internacional, se alegra de que la rapera colombiana Farina, quien trajo de vuelta a la banda merenguera Oro Sólido con el tema “El caballito”, y otros intérpretes, le agreguen valor al género dominicano.

“El caballito”, tema que ocupa el puesto 59 en YouTube, entre los 100 vídeos más populares de RD, cuenta con aproximadamente 30 millones de visitas en un mes, lo que indica que la gente sí quiere escuchar merengue.

“A esos artistas se les van a sumar otros exponentes. El problema del merengue no es fuera de aquí, el problema es en nuestra querida RD”, asegura, tras cuestionarse sobre “¿cuántos merengues se han pegado aquí en los últimos años? El problema no es internacional, porque si aquí el merengue no tiene ningún protagonismo, que es donde se hace, ¿qué va a pasar?”

De su lado, el ganador de un Latin Grammy asegura que musicalmente hablando “está tratando de hacer fórmulas nuevas, que puedan atraer y conseguir el favor del público”.

Sobre otros géneros, prefiere no limitarse porque su formación le permite trabajar con balada, bachata y salsa.

Sobre su padre y mentor Cuco Valoy, músico dominicano que reside en los Estados Unidos, agradece su motivación y apoyo para estudiar profesionalmente en el Conservatorio Nacional de Música.

Dentro de sus aportes en la evolución del merengue, Ramón afirma haberle puesto música clásica al género. En cuanto al virtuosismo, refiriéndose a sus habilidades en sentido amplio, manifiesta que las ejecuciones realizadas junto a otros músicos; ya sea tocando instrumentos de metales y el bajo principalmente, además de sus actuaciones pianísticas con el conocimiento de la música clásica, son la ambición que cualquier músico que inicia carrera profesional.

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