República Dominicana se encuentra dentro de las diez naciones más afectadas por eventos climáticos en el mundo entero, y, en materia de igualdad de género, es el cuarto país con mayor desigualdad de América Latina y el Caribe, después de Haití, Panamá y Guatemala.
Si bien las mujeres tienen capacidades importantes como agentes de transformación, también tienen vulnerabilidades específicas que tienden a exacerbarse en presencia de fenómenos climáticos extremos ante el mínimo acceso a oportunidades y control de los recursos. Explicó Ligia Amoroso, del Internacional Energy Initiative- IEI Brazil.
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Al exponer el informe Justicia Socioambiental y Cuidados en América Latina: Una mirada para las políticas y acción social resaltó que el 63 % de las familias de ingresos bajos están encabezados por mujeres y si habitan en zonas rurales muy pocas logran acceder a recursos y financiamientos necesarios para adaptarse al cambio climático.
Citó como importante el papel que desempeñan en la producción agrícola, no obstante, el acceso a los recursos y servicios o toma de decisiones atañen a la agricultura y el cambio climático a pesar de que un tercio del empleo de las mujeres a nivel global corresponde al sector agrícola. Las mujeres representan únicamente el 12,6 % de los propietarios de tierras.
Los factores de estrés relacionados con el clima también pueden repercutir en el acceso a la educación y el mercado laboral por parte de las mujeres y las niñas a juicio de Amoroso se debe al aumento del tiempo que deben dedicar a las tareas domésticas y, con ello, se perpetúa el ciclo de desempoderamiento.
Resaltó como frecuente el rezago de la participación de las mujeres en la toma de decisiones y su potencial de liderazgo en los temas relacionados con el clima se vean aún obstaculizados por las responsabilidades de cuidados no remunerados. A escala mundial, las mujeres llevan a cabo más del 75 % del trabajo de cuidados no remunerados, o, lo que es lo mismo, 3,2 veces más que los hombres.
Instó a las autoridades pertinentes involucrar el rol femenino en la toma de decisiones el cual contribuiria a impulsar la adopción de políticas sobre el cambio climático y fortalecer las iniciativas de mitigación y adaptación al asegurar que satisfagan las necesidades de las mujeres brindando soluciones eficaces y consistentes.