República Dominicana tiene que acelerar sus políticas públicas para continuar con el descenso del embarazo en adolescente y aprovechar las ventajas de contar con una gran parte de su población joven y femenina y así lograr un desarrollo más inclusivo.
Estas sugerencias fueron hechas por representantes del Fondo de Población de las Naciones Unidas (UNFPA, por sus siglas en inglés) durante el Almuerzo Semanal del Grupo de Comunicaciones Corripio.
Participaron Alanna Armitage, directora UNFPA para República Dominicana, Mario Serrano, representante nacional, y los oficiales nacionales Jeannie Ferreras, de Género y Juventud, Dulce Chahín de Salud Sexual y Reproductiva, Laura Suazo, de Población y Desarrollo y María Villalaín, coordinadora de Movilización de Recursos y Alianzas Estratégicas.
Armitage indicó que hoy en día el país tiene dos grandes oportunidades con sus bonos demográficos de juventud y femenino, segmentos muy importante para el impuso económico y social. “Si invertimos en la juventud y en el bono femenino será un impulso muy importante para la economía y la sociedad”, expresó.
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Suazo resaltó que el país tiene una mayor cantidad de personas que pueden trabajar (15 a 64 años) versus las que son dependientes como los niños y envejecientes.
Citó que al disminuir la tasa de natalidad y aumentar la esperanza de vida, poco a poco la proporción variará para llegar a la situación de algunos países con más adultos mayores que personas en edad productiva. Entiende que el país debe aprovechar esa “ventana demográfica” que entre 2035 y 2045 irá cambiando hasta su cierre.
Mientras Armitage recordó que las mujeres dominicana han pasado de un promedio de 7 hijos a 2, por lo que esa transición es una oportunidad para invertir en educación y en salud.
Además citó como barrera para las mujeres que estas representan la mayoría entre los trabajadores informales, cuya formalización impulsaría el desarrollo económico.
Resaltó que este país tiene las políticas necesarias para poder capitalizar y acelerar programas de educación y salud en beneficio de esos segmentos. “Estamos en un momento clave para el país”, dijo.
Respecto a cuáles son esas políticas, Serrano y Ferreras detallaron las de prevención en embarazo en adolescente, contra la violencia, de apoyo a la juventud, salud sexual y reproductiva, participación política y otras.
Ferreras citó el plan de juventud al 2030 que revela las necesidades de este segmento y como deben plasmarse de forma transversal en las diferentes entidades públicas.
Embarazo en adolescente
En cuanto a embarazo en adolescente Chahín reconoció que la tasa ha ido descendiendo, pero aún el país se mantiene como líder en la región, por lo que se debe continuar con las políticas de salud y educación para disminuir este fenómeno que afecta el desarrollo integral en la juventud, así como de la propia sociedad.
En el país por cada 1,000 mujeres adolescentes entre 15-19 años ocurren 77 nacimientos. Al 2013 eran 90 los alumbramientos.
Citó que el impacto económico de ese fenómeno es 245 millones de dólares medido a través de variables como la salida del mercado laboral de las jóvenes, abandono de las aulas, coste del embarazo y atención hospitalaria. “Esperamos que estas medidas aceleren esos progresos que esperamos alcanzar”, dijo.
Ferreras y Serrano abordaron las dificultades para tratar el tema y que la sociedad no lo normalice. Igual que las familias tengan capacidades para afrontarlo pues muchos padres tampoco cuentan con información adecuada sobre salud sexual y reproductiva.
Armitage dijo que UNFPA tiene una iniciativa llamada “Cero Embarazo en “Adolescente” y que se ha logrado reducir en el tramo de chicas entre 15 y 19 años, en el país, México y Cuba pero el rango entre 10 y 14 es más difícil por las implicaciones que conlleva de violencia y abuso.
“Tenemos que hablar de la violencia sexual, del abuso porque si no hablamos nunca podremos enfrentar el tema”, advirtió.